Faltan solo nueve días para el cierre de listas y el Gobierno definirá los candidatos a ocupar los puestos en el Congreso pensando en los dos años de gestión que quedan.
La pandemia impidió llevar adelante los planes que tenía Alberto Fernández cuando asumió del 10 de diciembre de 2019. Lo mismo para todo el gabinete que lo rodea en la toma de decisiones. Muchos de los ministros quedaron desgastados por los efectos económicos y sociales de la emergencia del Covid, pero otros salieron fortalecidos en su rol político.
La danza de nombres de los elegidos por Alberto y la vicepresidenta Cristina Kirchner no termina de engrosarse. Desde Victoria Tolosa Paz, Gabriel Katopodis, Daniel Arroyo hasta Santiago Cafiero circulan como posibles candidatos.
Dentro de la mesa política del armado electoral se discute no sólo el perfil de los candidatos legislativos sino también la continuidad de la gestión. «Hay que recomponerse de la pandemia y mantener la unidad», se repite cerca del Presidente.
Las listas tienen que estar definidas antes del 24 de julio, que es la fecha límite de inscripción de los nombres. Casi todas las fichas están puestas en algún miembro del gabinete que no implique una profunda reforma en la estructura de gobierno.
En el entorno de Arroyo no descartan que forme parte de las candidaturas. Está entre los mencionados que responde al riñón massista y que tiene buena relación con el jefe de Estado. «Hará lo que defina el Frente de Todos», afirman desde la cartera de Desarrollo Social.
Desde un sector insisten en instalar al jefe de Gabinete en una candidatura, sin embargo en su entorno casi lo dan por descartado y lo adjudican a una operación mediática. Internamente consideran que nunca un jefe de ministros tuvo salida electoral, y que además ponerlo en una lista complicaría más al Presidente.
Cafiero logró cosechar «un poder que sus antecesores no pudieron», resaltan en Balcarce 50. Destacan el control del Presupuesto, la coordinación del Gabinete económico, y la discusión de la gestión, como roles centrales del Jefe de gabinete.
La figura de un JGM siempre se vio desgatada por la gestión. En todos los gobiernos del kirchnerismo, nunca un funcionario en ese cargo duró más de dos años.
En la provincia de Buenos Aires, el distrito favorito en donde el Frente de Todos quiere conservar el poder, confían en una victoria más del sello político que en el nombre del candidato. «Tiene que salir de la unidad. Va a ser una lista equilibrada. La marca del FdT mide más que cualquier figura«, repiten desde La Plata.
Las señales apuntan a mantener una lista que sea atractiva para el votante del oficialismo, con la presencialidad que tendrán el gobernador Axel Kicillof y Cristina Kirchner en el territorio bonaerense.