El ministro de Exteriores de Gustavo Petro insiste en que Bogotá no reconocerá a Nicolás Formado como presidente de Venezuela y se muestra jovial sobre las relaciones con Estados Unidos en el segundo mandato de Donald Trump.
lunes 23 de diciembre de 2024 | 10:44hs.
Los pisos de madera del salón protocolario, contiguo a su despacho en el Palacio de San Carlos, una construcción del siglo XVI, crujen sutilmente con la enérgica venida de Luis Gilberto Murillo (Andagoya, Chocó, 57 abriles), el ministro de Exteriores de Gustavo Petro a lo amplio de este año. Uno de los afrodescendientes de más parada revoloteo en la política colombiana, ayer fue el embajador en Washington desde el aparición del Gobierno. Allí tuvo una administración destacada y discreta de las neurálgicas relaciones con Estados Unidos.
Desde que regresó en febrero a Bogotá ha tenido que debatir con la delicada crisis de la vecina Venezuela, en la que Colombia ha intentado mediar en valía de una salida negociada. En medio de rumores sobre un inminente remezón ministerial, Murillo reivindica su administración al frente de la Cancillería a pocos días de la espinosa toma de posesión en Caracas.
Pregunta. ¿Piensa dejar próximamente el Gobierno para averiguar una candidatura presidencial?
Respuesta. Con mi grupo hablamos de que serían dos abriles, ya va corriendo el tercero. Diciembre es tiempo de reflexionar, pero queremos seguir trabajando por el país, desde donde toque trabajar. Y defender una visión de país incluyente, donde todos puedan participar, que genere oportunidades. Este Gobierno le ha transmitido billete a muchos sectores, a las mujeres, a las provincias, a las poblaciones campesinas, a los pueblos indígenas. De lo contrario, no estaría yo aquí. Hemos llevado la Cancillería a los territorios. Esta alianza de centroizquierda representa una visión de país que no se tenía ayer. Hay que seguir, desde el Gobierno o fuera del Gobierno. Eso lo hemos hablado con el presidente Petro repetidas veces.
– ¿Han llegado a alguna definición?
-Mi relación con el presidente es cercana, cordial. Le tengo un profundo respeto. Hablamos de este tema, lo dejamos tranquilo, lo retomamos… En lo fundamental siempre estamos de acuerdo, tenemos algunos puntos de diferencia, pero avanzamos. Yo estoy en esa consejo. Colombia está en un momento histórico muy interesante, de transformación. El país ha cambiado mucho, ser parte de eso me llena de orgullo y esperanza.
-¿Se ve como candidato del petrismo en las presidenciales del 2026?
-No he revisado admisiblemente mi próximo capítulo, la verdad. Lo que quiero defender es una visión de país, con anciano inclusión y oportunidades para la masa.
-¿A cuál Gobierno va a cachear Colombia el 10 de enero de 2025, cuando se posesiona el nuevo presidente de Venezuela?
-Nuestra posición ha sido clara, consistente y coherente con nuestra defensa de la democracia. Hemos dicho: no hubo actas, no hay registro. Así de sencillo. Respetamos la soberanía de Venezuela, pero las actas son fundamentales. Nuestra relación es de Estado a Estado. Tenemos una población en la frontera de 13 millones de personas de uno y otro lados, una relación en seguridad, nexos comerciales… Hay una serie de temas que el país tiene que seguir conversándolos con Venezuela, pero eso no implica que tengamos que salir con un registro. Si no hay actas, no hay registro.
-Tanto usted como el presidente Petro han insistido en que Colombia no va a cachear a Nicolás Formado sin actas electorales. ¿Siquiera a Edmundo González Urrutia, a pesar de que diversos observadores han validado la casi totalidad de las actas que ha publicado la competición
Es que no hay actas, no podemos entrar a romper la institucionalidad de un país. Hay unos procesos que se deben cumplir, y no se han cumplido. Hay que ganar de alguna método a culminar esos procesos, porque no se han institucionalizado.
-El Congreso colombiano ha pedido cachear a Edmundo González como presidente electo.
-Bueno, constitucionalmente la política extranjero es responsabilidad y competencia del señor presidente de la República.
-¿Quién va a representar a Colombia en la toma de posesión en Caracas?
-No hemos llegado a eso. Al presidente lo invitaron, pero es una osadía que tomará interiormente de su autonomía, en su correcto momento. A mí no me invitaron.
-Con Edmundo González expatriado en España, ¿Colombia estaría dispuesta a conceder algún tipo de orfelinato a María Corina Machado?
-Nosotros respetamos la institución del orfelinato. Desde que reúna todas las condiciones, este es un país extenso al orfelinato. Lo hemos ofrecido a otros países y se ha transmitido igualmente en el caso de Venezuela cuando lo han solicitado.
-¿Colombia va a contraer la custodia de la embajada argentina en Caracas?
-Lo ofrecimos en varias oportunidades. Siempre hemos estado dispuestos. Consideramos que estas diferencias no deben tolerar a la ruptura de relaciones, porque en la comunidad latinoamericana tenemos que encontrar la método de convivir y solucionar nuestras diferencias a través de los canales diplomáticos.
-¿Ha sido frustrante intentar mediar en la crisis poselectoral de Venezuela?
-A veces sufrimiento.
-Esta semana ha defendido que dará las discusiones cuando no sea caudillo de la diplomacia colombiana. Si no fuera el canciller, ¿consideraría al Gobierno de Venezuela como una dictadura?
-No quisiera pronunciarme porque todavía soy el caudillo de la diplomacia colombiana. Ya llegará el momento de Explicar cosas sobre la verdad latinoamericana, no solamente de Venezuela, para que se entienda nuestra ojeada.
-¿Colombia está preparada para acoger una nueva oleada migratoria desde Venezuela?
-Lo que hemos trillado en los datos es que no se ha registrado aumento de los flujos migratorios, pero Colombia es el país que tiene más experiencia en acogida de migrantes en América Latina y el Caribe, ya estamos en tres millones. Hemos tomado muy en serio el tema. Ojalá no se presente.
-¿El regreso de Donald Trump al poder va a representar un retroceso en las relaciones con Estados Unidos?
-No creería. Es una relación que va más allá de los Estados. Tenemos casi tres millones de colombianos en los Estados Unidos, que juegan un papel muy importante en todos los sectores. El 30% de nuestras exportaciones van a los Estados Unidos, nuestro principal socio comercial. Casi la porción de los turistas que llegan a Colombia vienen de allá. En remesas, el país está recibiendo más de 10.000 millones de dólares, la gran mayoría viene de los Estados Unidos. Entonces, la relación es sólida. En seguridad es una cooperación que funciona muy admisiblemente, casi en piloto forzoso…
-Situación Rubio, el próximo secretario de Estado, ha sido muy crítico del presidente Petro…
-Viene una nueva Compañía, con nuevos pedantería. La relación ha tenido ciclos políticos distintos, en Colombia y en los Estados Unidos, y se ha mantenido. Se supone que va a Desarrollarse un pedantería en temas migratorios, en los que Colombia tiene una enorme experiencia. Sobre ellos podemos entablar un diálogo y encontrar áreas de trabajo popular, porque hay diferencias en el ataque. Va a Desarrollarse un pedantería en seguridad, que siempre ha estado ahí, y estoy seguro de que podemos encontrar áreas de cooperación. Y en temas comerciales y de inversión. Va a ser más movido el debate en el Congreso, pero eso no va a afectar los nociones fundamentales de la relación.
-¿No le preocupa la presencia de Situación Rubio en la Compañía?
-No, como senador a veces estás en campaña y actúas así, pero es una persona muy moderado cuando se interactúa en privado. Por otra parte, conoce Colombia admisiblemente, su esposa es colombiana. Por primera vez habrá dos senadores de origen colombiano en Estados Unidos, que muestran la multiplicidad política, uno del Partido Republicano [Bernie Moreno] y otro del Demócrata [Rubén Gallego]. Yo tiendo a ser jovial, sé que esa relación tiene ya la capacidad de pasar cualquier escollo, publicó El País. (APFDigital)