Según detalla el informe de Telefe, Jessica Rodriguez trabajaba como empleada doméstica en la casa de Mariano Mera Figueroa sin paga y sin horarios, con la promesa de que le iba a conseguir un puesto en la municipalidad de Merlo, en donde era asesor. Ella vivía allí con su pareja y sus dos hijas pequeñas, y sentía que no tenía salida. En esa circunstancia Jéssica fue abusada por Mariano Mera. Después de eso escapó con sus hijas y lo denunció
Con ayuda de sus amigos, Jéssica consiguió una vivienda para ella y sus hijas en un hotel familiar de San Telmo. A los pocos días, mientras ella se encontraba en La Bombonera viendo un partido de futbol y habiendo dejado a sus hijas con su mamá, su madre la llama para decirle que el padre de las nenas, de quien se había separado y a quien había denunciado en varias ocasiones por violencia de género, se había ido con sus dos hijas -de dos y cuatro años- sin su consentimiento. La mujer había llevado a jugar a las niñas a la Plaza Armenia y allí fue sorprendida por él, que con el pretexto de llevarlas a un supermercado de la zona a comprarles unas golosinas escapó con sus hijas
Ella desesperada salió de la cancha y fue a la comisaria a realizar la denuncia. En ese trayecto, Jessica recibe una llamada de un hombre de la barra de Boca apodado “el Turco” que la cita en un bar de ese barrio con la excusa de que tenía información sobre sus hijas.
Cuando Jéssica llegó al bar la estaban esperando Mariano Mera Figueroa con Osmar Moyano y Ariel Duarte, dos empleados de la municipalidad de Merlo, quienes, a la fuerza, la meten en un vehículo
La víctima fue golpeada y conducida hasta una casa en Merlo donde estaban sus hijas, que habían sido llevadas a ese lugar por su padre. Las dejaron encerradas toda la noche y a la mañana siguiente fue trasladada hasta la UFI para que cambiara la denuncia por abuso sexual que había hecho contra Mera Figueroa. Después fue trasladada nuevamente a la vivienda.
Estando encerrada, Jéssica logra mandar un mensaje a una amiga que hace la denuncia y esa misma tarde es rescatada por la brigada anti secuestros.
Durante la instrucción se libran las ordenes de detención de Mariano Mera Figueroa y sus dos cómplices: Osmar Moyano y Ariel Duarte. El día que iban a detener a Mera Figueroa ya no lo encuentran.
Condenas en la causa de la mujer que denunció al hijo de un ministro de Menem
Dos exempleados municipales de Merlo fueron condenados a cinco años y medio de prisión por secuestrar a Jessica Rodriguez para que cambie su declaración en dos causas penales que se le siguen al abogado Mariano José Mera Alba, hijo de Julio Mera Figueroa, ministro del Interior durante la primera presidencia de Carlos Menem, a quien la joven había denunciado por abuso sexual y explotación laboral.
Según informó el Ministerio Publico Fiscal en su portal institucional fiscales.gob.ar, las condenas impuestas por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº10 recayeron sobre Osmar Moyano y Ernesto Ariel Duarte, a quienes se los consideró responsables de los delitos de “privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida con violencia y amenazas en concurso ideal con robo”. Ambos se encuentran actualmente detenidos con prisión preventiva confirmada recientemente por la Cámara de Casación Penal. Mientras que Juan Omar Schirmo fue absuelto por el beneficio de la duda.
Mera Alba, quien también había sido señalado por el fiscal Oscar Ciruzzi como responsable directo, porque habría participado del secuestro, está prófugo desde hace al menos dos años. En noviembre de 2019, el Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció una recompensa de 500 mil pesos para quien pudiera colaborar con datos sobre él.
Las pruebas
“A la víctima se la sustrajo, se la retuvo y se la obligó a hacer algo en contra de su voluntad, como era cambiar sus dichos en dos causas”, resumió el fiscal Ciruzzi. Repasó el testimonio de la mujer y explicó cómo se corroboraba con los distintos llamados telefónicos que recibieron los implicados y qué hizo el abogado que se encuentra prófugo. La defensa había presentado como testigo a un hombre que trabajaba de cuidacoches en la zona y que describió la situación en la que subieron al auto a la mujer como “una discusión”. La fiscalía, en su alegato, repasó que el cuidacoches tenía agendado a Mera Alba en su celular y que tenían llamados y mensajes intercambiados, que hasta incluían una invitación de cumpleaños.
Las constancias de la causa ponen dentro de la pesquisa al jefe de la barra brava de Boca, Rafael Di Zeo. Mirá que la estuvieron buscando en la cancha y no la vieron, pero si no es hoy, es el domingo”, escribió “Rafa” en un mensaje al abogado Mera Alba, según remarcó el fiscal Ciruzzi.
La víctima es fanática xeneize y la noche en la que fue secuestrada estuvo en el estadio, ya que se jugaba un partido de Copa Libertadores. Ella se fue de la Bombonera casi al inicio del encuentro porque le avisaron que su expareja se había llevado a sus niñas, a las cuales volvió a ver una vez que fue capturada.
“La verdad del relato de la mujer tiene sustento en todas estas llamadas y mensajes”, sostuvo el fiscal, al tiempo que reveló otra serie de intercambios entre Schirmo y Mera Alba la mañana en que la víctima fue llevada hasta la UFI. “Todos los dichos de la víctima no fueron desvirtuados ni siquiera por el andamiaje testimonial armado por quien se encuentra prófugo en la causa”, advirtió.
Al momento de solicitar las penas de 11 años para Moyano y Duarte y de 10 años para Schirmo, el fiscal le requirió al tribunal que realice la extracción de testimonios para que se investigue a cuatro personas por falso testimonio.
Luego, fue el turno de la defensa del imputado Moyano, que consideró que el relato de la víctima no es verosímil y que no era posible llegar a tener la certeza necesaria para una condena, por lo cual requirió su absolución.