El gobierno acordó con las iglesias una apertura limitada
Mientras el gobierno recibió ayer en Casa Rosada a la cúpula del Episcopado para debatir sobre la cuestión social y autorizar la apertura progresiva de las iglesias sólo para rezos individuales y confesiones, en los últimos días se confirmó la incorporación al Ejecutivo de un dirigente cercano al Papa Francisco, el ex legislador Gustavo Vera, que encabeza un comité para la lucha contra la trata y el trabajo infantil.
Sin nombramiento en el Boletín Oficial, Vera, ex referente de la cooperativa La Alameda y denunciante de talleres clandestinos en el Bajo Flores y de narcotráfico en la villa 111-14 -hoy epicentro de contagios de coronavirus en los barrios vulnerables porteños-, se desempeña desde hace algunas semanas como titular del Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata que tiene su sede en el edificio de la ex Somisa, en Diagonal Sur y Belgrano. Esta estructura se encuentra bajo el paraguas de Jefatura de Gabinete.
El pasado miércoles 29 de abril se realizó la primera reunión del Comité acerca de los cuidados y medidas de precaución ante la pandemia de la que participaron representantes de los cinco ministerios que componen el organismo, como Seguridad, Justicia, Desarrollo Social, Trabajo y Mujeres, Género y Diversidad. Se acordaron pautas de trabajo del Comité y sus equipos técnicos y se resolvió un plan de trabajo para evaluar y cumplir las acciones pendientes del plan bienal 2018-2020.
Más allá de lo formal, se trata de una nueva muestra de la búsqueda de consenso del Presidente: el «es con Todos» del que hizo gala Alberto Fernández desde que asumió la primera magistratura, abriendo la puerta del gobierno a referentes sociales. Vera, que en el pasado hasta denunció al ex juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni -de estrecha relación con el kirchernismo- desde el año pasado es referente de la multisectorial 21-F. Según manifestó, en las últimas semanas realizó «varias denuncias» en la fiscalía especializada Protex (contra trata y explotación de personas) contra locales de Capital y Gran Buenos Aires, pero también del interior. Recordemos que en plena pandemia, el gobernador riojano, Ricardo Quintela, dijo que «acá tenemos cerrados los cabarets». En muchos distritos la prostitución regenteada sigue siendo fuerte. El furcio del mandatario, que luego intentó corregirse, da cuenta de ello.
En este contexto, la llegada de Vera al gobierno también da cuenta de la búsqueda del oficialismo por estrechar vínculos con referentes de la Iglesia o dirigentes con buena sintonía con Jorge Bergoglio. Ayer por la tarde Santiago Cafiero recibió en su despacho a obispos con los que intercambió opiniones sobre las medidas impulsadas por el Ejecutivo desde que se desató la emergencia.