El hombre mortero dijo que es un perseguido político
A tres meses de disparar un “mortero” frente al Congreso de la Nacion, el militante santafecino Sebastián Romero, escribió una carta en la que asegura ser un “perseguido político” y denunció “amenazas” a su familia y amigos.
El militante y ex precandidato a diputado nacional del Partido Socialista de los Trabajadores Unificados (PSTU) está imputado por intimidación pública, daños y resistencia a la autoridad.
El juez federal Sergio Torres pidió la captura internacional de Romero a principios de marzo.
Su defensa intentó durante las últimas semanas evitar la encarcelación, pero el pedido fue negado por los jueces Gustavo Hornos y Ana María Figueroa, de la Sala I de la Cámara de Casación.
«Soy un obrero como tantos otros, pero hace más de tres meses que no veo a mi familia, mis amigos, a mis compañeros de la fábrica ni a mis vecinos», señaló a su vez Romero.
Además, sostuvo: «¿Qué autoridad puede tener un gobierno que tiene procesado a su propio presidente por esconder dinero al Estado, un gobierno que mató por la espalda a Rafael Nahuel, Facundo y tantos otros pibes pobres, que esconde que Gendarmería asesinó a Santiago Maldonado, que mantiene presos sin causa a los compañeros detenidos el 14 de diciembre, a Milagro Sala por ocupar una plaza y que extradita a Jones Huala como terrorista?»
«¿Cómo puede ser que mientras piden captura internacional para (como me apodaron en algunos medios) el loco del mortero como si fuera del ISIS están liberando a los militares genocidas de la última dictadura? Se tiene que terminar esta persecución contra mí y contra Arakaki y Dimas Ponce, que también los quieren encanar», dijo.
«¡Tenemos que organizarnos en unidad y salir a pelearle a este gobierno hambreador! ¡Los dirigentes que dicen que quieren enfrentar al gobierno tienen que llamar al paro general y si no hay que imponérselo desde abajo!», agregó.
Romero consideró que la situación «no va para más, los trabajadores, las mujeres que están peleando por los derechos, los jóvenes y todos los sectores populares tenemos que sacar a Macri como sacamos a De La Rúa en el 2001».
«Hacer asambleas con todos los compañeros en cada lugar de trabajo, organizar la bronca. No hay otro camino, son ellos o nosotros», evaluó.