La presunción sobre la pauta salarial del año, que oscila entre el 45% y el 50% según empresarios, analistas y sindicatos, va sumando datos y números en concreto. Es el caso de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys) que formalizó su reclamo para la recomposición del acuerdo iniciado en abril de 2021 y que llegará al mismo mes del corriente año.
El titular de esa organización Armando Cavalieri ya acercó el pedido a las cámaras empresarias por un incremento adicional del 15%, que de pactarse llevará el convenio al 50% de mejora.
Dicho acuerdo de salarios tiene impacto directo sobre más 1.200.000 de trabajadores/as registrados y juega incidencia sobre los no formalizados. Ahora buscan activar la cláusula de revisión pactada cuando se firmó el último tramo de la negociación colectiva en agosto de 2021.
El cálculo sencillo tiene razón de ser en el incremento sostenido de precios, deslizan en la Faecys. Las cámaras empresarias van a reunirse en pocos días más para definir su respuesta. Con buen nivel de diálogo entre empleadores y gremio se presume un «final feliz» en dichas deliberaciones.
Cantidad y alta gama
La cantidad de trabajadores y trabajadoras que abarca el convenio de salarios de Comercio la define como una de las negociaciones referenciales del calendario paritario. Por estas jornadas, otra mesa de discusión relevante se apresta a definir la apertura de su puja. Se trata de la Asociación Bancaria (AB), que si bien no cuenta con la cantidad de empleados que abarcan los mercantiles, en calidad salarial marca diferencias.
El tradicional bono por el Día del Bancario y la participación en las ganancias de las entidades financieras que el líder de la AB Sergio Palazzo pactó en 2015 con el por entonces ministro de Economía Axel Kicillof, la constituyen en convenio de alta gama. En ese primer round el acuerdo por lo general se cifra en una suma fija, en modo puente, para que dentro de algunos meses la discusión se active sobre porcentajes en concreto.
El Gobierno por su parte espera una pauta salarial con acuerdos largos y cláusula de revisión, punto sobre el cual resalta un desafío, una inflación «previsible» dentro de los efectos todavía imprevisibles de la pandemia y al calor de que continúe la recuperación económica en 2022.
Cuentas claras, sueldos sanos
El titular del CEM (Centro de Estudios Metropolitanos) Matías Barroetaveña, si bien de excusó de brindar un pronóstico respecto a porcentajes paritarios posibles, reflexionó que trazar una inflación «irreal» para justificar paritarias moderadas y luego esas reabrir negociaciones «no es un camino compatible con el objetivo de lograr un aumento en el poder adquisitivo de los salarios».
Una referencia más, por estas horas y bajo la conciliación obligatoria, los controladores aéreos nucleados en Atepsa, que iban a activar medidas de acción directa por la sobrecarga laboral en pandemia y la falta de revisión paritaria a su convenio dejaron planteado su exigencia salarial, también sobre referencia inflacionaria. «Los incrementos del 45% durante 2021 dejaron los salarios por debajo de la inflación que se estima rondará alrededor del 55%», dijo Jonatan Doino titular de esa organización gremial. Para el sindicalista, incluso en empresas del Estado, la premisa de salarios por sobre la inflación no se cumplió.