Los fiscales piden procesar a Arribas y Majdalani por espiar a Cristina
Los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide solicitaron este lunes el procesamiento de los ex jefes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, en el marco de la causa por supuesto espionaje ilegal en 2018 al domicilio de Cristina Kirchner y al Instituto Patria, su sede política de ese entonces.
Incardona y Eyherabide, que tienen delegada la investigación, presentaron el dictamen ante el juez federal Juan Pablo Auge, que en los próximos días deberá resolver la situación procesal de los acusados, según informó la agencia Telam.
Reclamaron además procesar al ex director operacional de Contrainteligencia, Martín Coste, quien ocupó ese cargo cuando se produjo esa persecución y en las declaraciones ante el Congreso y la justicia asegura que no fue quien la organizó.
La causa investiga una red de espionaje ilegal durante la gestión de Cambiemos y tiene además procesado y detenido al ex director de operaciones Alan Ruiz, acusado de coordinar los operativos ilegales.
Arribas y Majdalani están acusados de violar la ley de inteligencia al ordenar y realizar tareas de espionaje ilegal, pero además cometieron el delito de falsedad ideológica cuando intentaron ocultar las maniobras a través de la producción de documentos falsos, con el objetivo de darle apariencia de legalidad a su accionar.
La orden de realizar tareas de espionaje, que Ruiz trasladó al grupo de espías que operaba en la «calle», apuntaba a vigilar e informar si en ambos domicilios ingresaban o salían «bolsos», y no a advertir riesgos ante un eventual ataque terrorista, como se intentó decir en un primer momento.
Fuentes judiciales dijeron que, según la investigación, esa orden llegaba directamente de Silvia Majdalani. Ruiz, quien en el mundo de los espías era conocido por el alias de Augusto Rovero, «coordinó durante el año 2018, al menos, desde el mes de mayo y hasta diciembre de ese año, junto a otras personas, un grupo conformado por agentes orgánicos e inorgánicos del área de Contrainteligencia de la AFI, dedicada a realizar tareas de inteligencia y espionajes ilegales», sostuvo el juez Auge cuando procesó al ex espía.
Las tareas de espionaje ilegal «consistían en llevar a cabo vigilancias, observaciones, obtener información, producir inteligencia, almacenar datos y generar informes sobre distintas personas, por el solo hecho de su pertenencia político partidaria, social, sindical y/o cultural», según surge del expediente, siempre según la agencia Telam.
De lo aportado a la investigación por un testigo de identidad reservada, se pudo reconstruir que la orden que Ruiz había dado era la de «detectar si se llevaban o sacaban cosas, si había mudanzas, si se transportaban bolsos, mochilas, documentación y/o dinero, como así también si en esos dos domicilios recibían ese tipo de objetos o se desarrollaban esas actividades».
La «vigilancia» se hacía de día, desde un auto ubicado en las inmediaciones de los blancos a espiar -uno de ellos detectado el 6 de agosto de 2018 por personas que frecuentaban el Instituto Patria- desde donde los espías podían verlo todo.
Por las noches se utilizaban «autos de técnica» que tiene cámaras indetectables y que quedaban estacionados y sin ocupantes. El 9 de agosto de 2018, Arribas y Majdalani «suscribieron conjuntamente la Nota con sello de identificación de la AFI N° 8201 que fue presentada ante la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Control y Actividades de Inteligencia» con la que buscaron justificar las actividades desarrolladas por los espías descubiertos.