Los galos y los daneses llegaban a este encuentros clasificados y armaron un verdadero bodrio. Francia quedó como líder del Grupo C y su rival pasa como segundo.
Por el momento a Francia le alcanzó para dos victorias mínimas, sin las diferencias que tienen la posibilidad de presumirse desde su nómina, y un registro que empalidece, como el del primer 0-0 en Rusia 2018. Los 45 minutos de inicio frente a Perú, lo verdaderamente importante del conjunto de Didier Deschamps en las tres fechas de la etapa de grupo, no alcanzan para certificar su rango de candidato de fierro.
Para sacarse el óxido de encima que le dé brillo a un desempeño ausente a despecho de tanto nombre, Francia va a necesitar más grande inspiración individual y una sincronización colectiva más precisa. Los movimientos los tiene aprendidos con independencia de los intérpretes (jamás repitió el once en tres presentaciones).
Conjunto corto hacia adelante, al libreto le falta frescura porque en 270 minutos de puesta escena los ejecutantes lucieron acartonados, con parámetros en sus destrezas más allá de apellidos como los de Griezmann, Mbappe, Pogba y siguen las firmas.
Sin espacios generosos, como los que no concedieron Australia y Dinamarca, la dinámica se hace previsible al carecer de rupturas, de los «revulsivos» que le agradan a Jorge Sampaoli. Hacia atrás, Dinamarca lo desnudó dos ocasiones con réplicas veloces, una por izquierda y otra por derecha. El galope de Cornelius y unos cuantos remates de Eriksen lo despeinaron.
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