El Gobierno bonaerense y la dirección del Hospital Posadas, ubicado en el partido de Morón, dejaron en la calle esta semana a 120 trabajadores de ese centro de salud que poseían contratos precarios hace años.
Como entre los despedidos hay empleados combativos y sindicalistas, se denunció que la medida tiene intenciones no sólo de ajuste, sino de persecución gremial.
La Dirección Ejecutiva del hospital, a cargo del médico Pablo Bertoldi Hepburn, no informó de manera individual sino que publicó una resolución con los nombres de los que sí renovarían su contrato.
Losque no estuviesen allí, debían darse por despedidos. Un método cruel, a estas alturas, el modus operandi del Estado para echar personal.
“Hoy me enteré por una resolución de mi supuesta cesantía, de la que nadie se termina de hacer cargo ya que nos informaron que no estamos contemplados dentro de los listados de los contratos que se renuevan, ergo, estamos despedidos”, afirmó Luis Sucher, un empleado despedido con 19 años de antigüedad, quien fue delegado durante ocho años y forma parte de la organización La Marrón PTS-FIT.
Ante la noticia, los trabajadores se concentraron esta mañana en el hall del edificio y realizaron una asamblea para delinear los pasos a seguir en la lucha por su reincorporación.
«Despidieron a 120 trabajadores. A algunas le renovaron el contrato hasta marzo», aseguró Fausto Daniel Sosa, un ex trabajador de mantenimiento del hospital.
Fausto fue víctima del primer ajuste brutal de la gestión provincial de Cambiemos en el Posadas cuando en marzo de 2016 echaron a 641 personas.