Los militantes reunidos en el búnker del candidato del Frente para la Victoria que armó en la calle Máximo Paz estallaron en un canto y soltaron los sonidos de murga cuando el locutor indicó a las 22.30 que el candidadto a intendente por Lanús tenía unos puntos por ecima de Grindetti. Pero pasados los cuartos de hora y sin números oficiales el silencio se convirtió en un mal presagio. El cielo soltó algunas gotas y la impaciencia ganó las caras.
El concejal Daniel Piccolo, presente en la sede del PJ, reconoció que era una elección ajustada “pero creemos que nos va a ir bien”, dijo el edil del FpV casi al mismo momento en que el locutor anunciaba otra vez la presencia del “intendente elector Julián Álvarez”, que demoró su llegada sin hora cierta pero con una compañía: la del actual jefe comunal y senador nacional electo, el actual intendente Darío Díaz Pérez.
A las 3.30 de la madrugada, con el 94,93 de mesas escrutadas, Cambiemos superaba al FpV con 37,56 puntos, mientras que Álvarez tenía en su haber 36,06 por ciento. Ese remanido porcentaje se podría revertir hasta contabilizar el total de mesas de este distrito peronista.