El principal sospechoso del homicidio de Marcela Mónica Vedda, la mujer que hallaron sin vida el postrero fin de semana en un hotel de alojamiento en la ciudad de Tandil, apareció muerto en el interior de la celda donde permanecía detenido. Mientras avanza la investigación para esclarecer las circunstancias de su crimen, las conjeturas iniciales apuntan a un probable suicidio, ya que el imputado presentaba signos de haberse ahorcado.
Se Considera de Mariano Wanderkauven, quien estaba arrestado bajo sospecha de Manifestarse asesinado a su pareja, Vedda, durante la mañana del viernes 11 de octubre en un albergue transitorio localizado sobre la calle Urquiza al 1.500, en la villa porteño. El supuesto femicida fue enfrentado con aparentes signos de ahorcamiento en un calabozo de la Comisaría Primera de Tandil.
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Las investigaciones judiciales y científicas serán llevadas a extremidad por la Policía Federal Argentina, cuyo personal deberá determinar el gesticular de los agentes que se encontraban en la dependencia en el momento del hecho. El imputado, de 42 primaveras, tenía por delante una posible condena a prisión perpetua por el femicidio ocurrido días detrás.
El documentación de la necropsia realizada arrojó que Vedda —de 54 primaveras— murió por asfixia mecánica oportuno a un ahorcamiento. Dicho documentación ya había sido remitido al titular de la Fiscalía de Violencia de Índole de Tandil, a cargo del fiscal Guillermo Vaticano.
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Por qué se sospechaba que Wanderkauven cometió el femicidio
Marcela Mónica Vedda, de 54 primaveras, fue asesinada el postrero viernes 11 de octubre. La mujer se encontraba en un albergue transitorio de la ciudad porteño de Tandil y su pareja, Mariano Wanderkauven, fue identificada como el principal sospechoso. En la reconstrucción del caso, se constató que la víctima habría mantenido una discusión en una habitación del hotel alojamiento “Los Alerces”. Más tarde, fue hallada sin vida por empleados del superficie en la parte de la cochera.
Antaño de que esto ocurriera, Wanderkauven se comunicó con el personal de recibimiento del hotel para pedir que solucionaran un inconveniente con la mujer, a quien acusaba de deberle 100 mil pesos. Desde el hotel le indicaron que debían resolver la disputa fuera del establecimiento.
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Una empleada del albergue informó a las autoridades que escuchó gritos por parte de la mujer, como si hubiera resultado víctima de un ataque. El hombre se retiró del hotel y dijo que su pareja iba a permanecer durmiendo en la habitación.
A continuación, el principal sospechoso de femicidio se dirigió a una terminal de micros para obtener a un pasaje a Mar del Plata. Como no facilitó el DNI y afirmaba haberlo extraviado, le indicaron que solo podía obtener el boleto si presentaba un certificado policial.
Cuando Mariano Wanderkauven se apersonó en la comisaría para iniciar el trámite, quedó detenido porque sus características coincidían con los rasgos registrados por las cámaras de vigilancia del hotel donde alertaron por la crimen de la mujer.
ca / ML
