Cuando hace algunos abriles se comenzó a musitar de la posverdad, muchos pensaron que se trataba de una nueva moda para satisfacer espacios en los medios y para producir sesudos papers en congresos internacionales. Sin secuestro, una lapso luego se puede modificar la expresión de la “verdad situada” de la que hablaba Michel Foucault para pensar en “la verdad como recreo táctico” en la construcción de poder.
Los amigos del ensanche. Si se observan con atención los discursos de los últimos meses de Javier Milei, la mayoría fueron en foros empresariales, mechados con algunas entrevistas con periodistas afines de los canales de cable del LN+ y TN. La excepción fue el acto de Parque Lezama, que más allá de la épica le mostró al liga que dirige Santiago Caputo que movilizar partidarios siendo oficialismo es un arte engorroso. Los colectivos rentados estacionados en las inmediaciones de la plaza donde Pedro de Mendoza hiciera la primera Fundación de Buenos Aires en 1536 resultaron un inspección tardío a los micros infames de las movilizaciones peronistas.
Considerando todas estas situaciones donde Milei debe argumentar sobre la marcha del Gobierno, se siente infinitamente más cómodo en los encuentros empresariales. Es probable que haya muchas razones para esto, la primera es que el Presidente tiene un viejo entrenamiento para musitar en este tipo de espacio, pero la viejo consideración es que hoy los empresarios son el viejo soporte que tiene. Si se observan con detenimiento las encuestas confeccionadas con precisión metodológica el segmento ABC1 se configura como el que mejor valora las políticas del Gobierno. El sector ABC1 reúne a empresarios, gerentes, grandes comerciantes y profesionales con personal a cargo. Esto no implica que el Gobierno no tenga pregnancia en otros sectores sociales, pero hoy se afinca allí su viejo popularidad.
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Para argumentar la marcha del Gobierno, Milei se siente más cómodo delante empresarios
Los cantores de radiodifusión. Hay diversas razones por las cuales los empresarios se sienten tan representados por Milei. Nadie, desde Álvaro Alsogaray, habló con tanta precisión el mismo idioma que los (grandes) empresarios argentinos. La simbiosis ideológica es total. Otra razón es pragmática, el esquema económico-financiero que propone Luis Caputo está generando rentas extraordinarias en las grandes fortunas. Quienes venden en el mercado interno tuvieron un crecimiento extraordinario de ganancias que compensan con creces la herido de ventas. Encima, como es obvio que todavía participan del carry trade, que les permite obtener ganancias financieras impensadas para cualquier inversión en “fierros”. Esto en algún momento se convertirá en un problema, ya que como se sabe la inquina al peligro es inscripción en la mayoría de los empresarios argentinos, que históricamente solo se aventuraron apalancados por el Estado. La tercera razón que llevó a los empresarios a enamorarse de Milei es que la gran mayoría es antiperonista y antikirchnerista, esta cuestión es aún más profunda entre los sectores agropecuarios.
Esta audiencia tan particular que configura los encuentros empresariales le permite al Presidente dar forma a su novelística, reiterar sus grandes éxitos y “probar material nuevo”, como dicen los standaperos, con la certeza de que no va a ser retrucado. Milei lo tiene muy claro esto, esta semana en Fundación Mediterránea arrancó diciendo: “Hola a todos. Me imagino que en pocos lugares recreo tan de lugar como acá”. Igualmente en este foro planteó que Raúl Alfonsín participó unido a Eduardo Duhalde de un contrariedad de Estado a Fernando de la Rúa, y que los salarios privados suben como nunca. No contento con el caudal de aplausos obtenidos, Milei les espetó a las grandes fortunas argentinas que “la inflación está donde está y si ustedes no quieren aceptar la teoría económica que estamos usando, se la podemos atribuir a las fuerzas del firmamento”. Quizás los empresarios no estén tan al tanto de las teorías económicas como sí están atentos al momento que se debe salir del carry trade.
Los que están en los diarios. El voto de La Sinceridad Avanza en 2023 tuvo tres componentes motivacionales fundamentales y que constituyeron tres espacios típicos:
– El espacio central que se podría explicar como genuinamente ácrata (25% del electorado) viene acompañando a Milei desde 2021 y, sin tener una idea de los planteos teóricos de la escuela austríaca, adhirió a las narrativas antiestatales, soñó con utilizar el dólar como moneda corriente, pero todavía abraza una vistazo conservadora de la vida. Se Procura masivamente de hombres jóvenes diseminados por todo el condado doméstico. Este espacio se sintió asediado por el avance del feminismo y las disidencias sexuales. Sin dudas festejaron la disolución del Empleo de la Mujer y del Inadi.
Los empresarios se enamoran del Presidente porque en su mayoría son antiperonistas
– El segundo espacio electoral es el votante tradicional conservador (20%) que votó radicalismo en algún tiempo, Cambiemos y Juntos por el Cambio luego, y obviamente en las PASO y generales votaron por Horacio Rodríguez Larreta y/o Patricia Bullrich. Este espacio (que tiene heterogeneidades) es la columna erguido del frente anti-K.
– Un tercer espacio electoral es el harto del estado de las cosas, de la inflación, desencantado tanto del peronismo como del macrismo: es el notorio “voto bronca” (10%). Motivos no le faltaron: la cuarentena, la inscripción inflación, las promesas que quedaron en el bidet, la interna eterna y los problemas que se fueron acumulando. Aquí la antipolítica y el renovado “que se vayan todos” prefirió elegir al candidato nuevo, donde la desliz de una carrera política era una virtud muy ponderada.
Oh, mi bienquerencia, desaparece el mundo. Mirando 2025 y 2027, La Sinceridad Avanza sabe que puede contar con el espacio 1, y la tarea de Karina Milei es consolidar este voto con una utensilio clara en todo el país. Macri y Bullrich tratan de apropiarse del espacio 2, para negociar en los mejores términos posibles con “el Director”. No se puede dejar de considerar que muchos otros dirigentes (caso Monzó, Pichetto y Larreta) creen que pueden capturar a este electorado. Sin secuestro, el problema es el espacio 3 que define elecciones y da signos de seguir con su hartazgo ontológico.
* Sociólogo.