Una banda extorsionaba a feriantes de La Salada para «dejarlos trabajar»: hay once policías detenidos
Once policías de la Bonaerense detenidos por extorsión y recaudación ilegal con feriantes de La Salada. Además, hay 4 civiles detenidos.
A raíz de una denuncia que originó el Ministerio de Seguridad Provincial, a través de Asuntos Internos, cayó una banda que extorsionaba a feriantes de La Salada para «dejarlos trabajar».
El dato clave: la organización estaba integrada por 11 policías de la Bonaerense, además de otros 4 civiles, uno de ellos exonerado de la policía provincial. La banda le exigía plata a los comerciantes para evitar inspecciones, a delincuentes para «dejarlos trabajar» y a puesteros de las ferias de La Salada, Olimpo y Villa Domínico a cambio de no secuestrarles la mercadería.
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Gendarmería Nacional realizó 22 allanamientos en domicilios de Lomas de Zamora, Los Bosques, Isidro Casanova, San Vicente, Villa Centenario, Merlo, Olivos, Florencio Varela, San Francisco Solano, Burzaco, La Tablada, Claypole, Ringuelet, González Catán y Banfield.
Además, se requisaron las oficinas de la DDI Lomas de Zamora, de la DDI Avellaneda-Lanús y de la Superintendencia de Investigaciones en Función Judicial de la Policía.
Cómo operaba la banda en La Salada
La red de recaudación tenía una lista de comerciantes a los que visitaba regularmente para cobrarles una «cuota». La visita podía semanal o mensual, dependiendo del arreglo que hubiese con el comerciante. La organización criminal estaba integrada por personal policial de diversas jerarquías y por civiles que, según se desprendió de la investigación, actuaban como si fuesen policías.
Cayó JP que amenazaba a los feriantes de La Salada
Se entregó Juan Manuel Louzan (42) en los tribunales de Lomas de Zamora. Es una pieza clave del engranaje de la “asociación ilícita” que la Justicia bonaerense investiga en la feria Urkupiña.
Lo acusan de integrar la asociación ilícita por la que ya está preso Enrique “Quique” Antequera (53), administrador de Urkupiña. Louzan era uno de los encargados de la “seguridad” en la feria y lo señalan como responsable de los “tormentos” y “torturas” a los “pungas” y “mecheras” que actuaban en el predio.
A Louzan lo conocen como “JP” o “El Gordo JP”. Era parte de la empresa “Vae–Soli Seguridad Privada S.R.L.”, la fachada legal de un grupo de socios de Antequera que -según la acusación- se encargaban de vigilar el predio y los puestos ilegales que tenían instalados en la calle. Es un ex policía de la Bonaerense que prestó servicio en la comisaría 10° de Villa Fiorito, una de las señaladas por cubrir los delitos vinculados a La Salada.