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La ciencia se expresó: "No nos da lo mismo investigar que lavar los platos"

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Cientos de investigadores, estudiantes y profesores junto al ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, y el presidente del Conicet, Roberto Salvarezza, lavaron platos en las escalinatas de la Facultad de Ciencias Exactas con vistas al balotaje del 22 de noviembre ya que “no da lo mismo un proyecto soberano de país que uno que desfinancie la formación científica».

“Vengo a sumar mi voz en este momento de preocupación por la posibilidad de que se produzca un retroceso en el desarrollo científico y tecnológico que yo creo que no sucedería en el caso de que triunfe la fórmula que encabeza Daniel Scioli”, expresó por micrófono el físico y experto en computación Juan Carlos Paz, recientemente distinguido Investigador de la Nación por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Mientras tanto, un compacto grupo formado por investigadores de los laboratorios de Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires enmarcaba la primera línea de lavadores de plato, imagen que remite al momento en que el ex ministro de Economía Domingo Cavallo mandó intempestivamente a hacer esa tarea doméstica a la socióloga Susana Torrado, ofendido por la divulgación de un índice de desocupación calculado por la investigadora del Conicet.

Caras emocionadas de muchos; participación de personal no docente que realiza tareas de apoyo a los investigadores; y la adhesión del Centro de Estudiantes a través de su presidenta, Lucía Pedraza, de la agrupación Patria Grande y el movimiento “Macri jamás”, compusieron una multiplicidad de sectores que celebraron un encuentro multisectorial que no es frecuente en la Facultad.

Entre esos protagonistas se contaba el propio ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Baraño – quien cosechó ovación por ser un local –como estudiante, investigador, gremialista y docente- que llegó al máximo puesto institucional del sector-, junto al presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), Roberto Salvarezza.

Parece natural a quienes trabajamos en Ciencias Exactas que nuestros egresados tengan trabajo; yo viví otra facultad en los ’90 y a principios de los 2000, en los que generación tras generación de graduados de Física se iban del país, y hoy tenemos desocupación cero porque están haciendo satélites, radares, energía atómica o trabajan en YPF”, planteó Paz.

Paz aseguró además que “ningún gobierno que tenga la reducción del gasto público en su programa va a mantener el nivel de inversión que el Conicet y el sistema científico argentino requiere con el desarrollo alcanzado, y jamás sería capaz de tomar decisiones como las que dijo (el ministro designado por Scioli) Daniel Filmus ayer cuando se reunió con nosotros que Argentina va a producir tecnología para dar trabajo, generar riqueza y mejorar la calidad de vida de nuestra población”.

Salvarezza planteó que “lo que asusta es que digan que derrochamos el dinero, o que nos van a pagar un plus por lo que publiquemos (en revistas de referato como) Nature, con agendas que se fijan en el extranjero”.

“Un proyecto soberano con la multiplicación presupuestaria en institutos de investigación y universidades nacionales no se hizo para una corporación científica sino para un país de millones de argentinos”, reivindicó.

El ex técnico investigador Sergio Méndez Garrido contó que «soy de los que se fue a ‘lavar los platos’ cuando Cavallo nos mandó en el ’94, y mi jefe, Guillermo Guisbeek, dejé la investigación, me dediqué a graduarme en Medicina y vine hoy especialmente porque es la única forma de seguir adelante con todo esto”.
Guisbeek relató que “hace 45 años que soy investigador antártico, y mi ayudante me había grabado en el contestador del teléfono que no podíamos atender porque estábamos ocupados lavando platos, que era la respuesta a la requisitoria de la oficina de personal”.

“Seguimos empecinados en montar un laboratorio experimental antártico, lo que es un pequeño bioterio para tener fauna antártica viva y no tener que trabajar en condiciones tan rudas como las que trabajamos en nuestras misiones a la Antárida”, apostó.

“No podemos ser un proyecto efímero –arengó-: ahora que sabemos que esto es posible, debemos defender lo conseguido, porque somos custodios de un bien público”.

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