Con la publicación del informe del Mossad, el Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales de Israel, se dieron a conocer nuevos detalles respecto al atentado a la Embajada de Israel el 17 de marzo de 1992.
Se confirmó a Irán y Hezbollah como los principales responsables políticos y criminales del ataque contra el edificio ubicado en la calle Arroyo al 900, que se llevó a 22 vidas inocentes y dejó a más de 200 heridos el 17 de marzo de 1992. Así lo reveló el informe, publicado por el portal de noticias Infobae.
Se estima que el operativo se realizó en dos etapas: la primera a finales de los 80, cuando se preparó el material a cargo de Salman Raouf Salman, y la segunda de mera operación, en la que la célula de cuatro o cinco miembros perpetuó el ataque. El grupo había arribado días antes al país desde El Líbano, pasando por la triple frontera como medio de ingreso a la Argentina.
Una vez finalizado el atentado comenzó un proceso de «borrado de huellas», que se basó en la negación total de terroristas involucrados en el atentado a la embajada. A pesar de eso, se confirmó que el operativo fue realizado por terroristas libaneses que vivían en la Argentina.
«Es decir no hubo ciudadanos argentinos involucrados en el atentado a la Embajada. Tampoco en el atentado contra la sede de la AMIA. Cabe aclarar que los ciudadanos argentinos vinculados con el atentado fueron ciudadanos inocentes, manipulados y engañados por la Yihad Islámica que no conocían los verdaderos objetivos de sus acciones en el marco de los preparativos logísticos llevados a cabo en Buenos Aires», se indicó en el informe.
“Únicamente miembros operativos de las unidades de la Yihad Islámica fueron los que participaron en el atentado sin que haya habido intervención alguna de ciudadanos locales”, dice el dossier secreto de la central de inteligencia israelí. “Se trata de un ‘atentado Iraní /Hezbollah sin participación de terceros”, agregó.
