El presidente de Brasil, de 79 primaveras, está despierto y estable, monitorizado en la UVI de un hospital de São Paulo, donde fue trasladado en un avión marcial.
martes 10 de diciembre de 2024 | 10:27hs.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de 79 primaveras, descansa en la mecanismo de cuidados intensivos de un hospital de São Paulo tras ser sometido a una intervención quirúrgica de emergencia para drenar una hemorragia cerebral, según ha informado este martes a primera hora el Hospital Sirio-Libanés. La hemorragia deriva del válido salida que se dio en la vanguardia hace dos meses al caerse en su residencia.
El mandatario fue “sometido a una craneotomía para drenar un hematoma. La cirugía transcurrió sin incidentes. En este momento el presidente se encuentra acertadamente, monitorizado en una cama de la UVI”, explica el parte del centro médico privado. Lula, que el lunes al final del día sufrió un intenso dolor de vanguardia que dio la voz de inquietud, fue intervenido esta alborada tras ser trasladado de aprieto en un avión de las Fuerzas Aéreas desde Brasilia, donde reside, a São Paulo. En todo momento está acompañado por su esposa, Janja da Silva, socióloga y una de sus principales asesoras políticas.
El médico personal del presidente, Roberto Kalil, ha comparecido este martes por la mañana frente a la prensa. Kalil ha explicado que Lula está despierto, palabra con normalidad y se alimenta. Igualmente ha dicho que el fogueado político permanecerá unos dos días en observación en la UVI y que, por el momento, no hay momento para que reciba el entrada. “Si todo va acertadamente, podrá regresar a Brasilia al inicio de la semana próxima”.
Ha añadido el superior del equipo médico que habrá un parte médico diario -el próximo, mañana miércoles- ileso que haya novedades imprevistas. “El presidente ha organizado que se dé información clara y directa sobre su estado de lozanía”, ha añadido Kalil.
Los médicos han recalcado que Lula “no ha sufrido daño cerebral”. Tenía un hematoma frontoparietal, por fuera del cerebro. Dos horas duró la intervención quirúrgica, a la que llegó lúcido y orientado, aunque con cierto malestar, repulsión y síntomas de enfriamiento. El equipo que le atiende ha recalcado que una hemorragia cerebral como esta es una complicación frecuente tras caídas como la sufrida por el superior del Estado brasileño hace dos meses.
El pasado 19 de octubre Lula se cayó en un cuarto de baño de su residencia, el palacio de la Alvorada, en Brasilia, y se dio un válido salida al que siguió una hemorragia. Trasladado al hospital, le pusieron cinco puntos en la cuello y le recomendaron reposo. Tuvo que revocar el delirio a Rusia que iniciaba en solo unas horas para participar en una cumbre de los BRICS porque su médico le recomendó evitar vuelos. Esa recomendación todavía le impidió recorrer a São Paulo para sufragar en las elecciones municipales.
Este lunes, el presidente Lula sintió malestar mientras despachaba en el palacio de Planalto, en Brasilia, donde se reunió a lo amplio del día con los presidentes del Congreso, entre otras autoridades. Tenía dolor de vanguardia y somnolencia, según la prensa particular. Su equipo médico decidió trasladarle a un hospital citadino para realizarle varias pruebas. Una resonancia magnética detectó la hemorragia intracraneal. Inmediatamente, fue movilizado un avión de la Fuerza Aérea en el que anoche recorrió los más de mil kilómetros entre Brasilia y São Paulo. Trasladado al centro médico Sirio-Libanés, inmediatamente entró en quirófano. La prensa informa de que tras la intervención se despertó, estaba consciente y a posteriori se durmió.
Desde que ganó las elecciones, en octubre de 2022, Lula ha sido operado en tres ocasiones. En noviembre de 2022 le extirparon un ganglio en la bocado de Adán, tras una intensa campaña electoral y primaveras a posteriori de curarse de un cáncer de desfiladero. En septiembre de 2023, le colocaron una prótesis de cadera y ahora le han drenado un hematoma cerebral. Pese a su antigüedad, el mandatario brasileño es muy activo. Hace control a diario, un traje que adquirió durante el año y medio que pasó encarcelado por una condena anulada a posteriori.
Lula, que está en el ecuador de su tercer mandato presidencial, mantiene una intensa memorándum con múltiples viajes al extranjero. El postrer mes ha sido agitado. A finales de noviembre, acogió a los mandatarios del G-20 en una cumbre en Río de Janeiro, y la semana pasada estuvo en Paraguay, donde la Unión Europea y Mercosur culminaron la negociación del acuerdo que creará la maduro dominio de vacante comercio del mundo, publicó El País. (APFDigital)