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Macri en la mira: la Aduana investiga el envío de material bélico a Bolivia

La relación entre las derechas argentina y boliviana viene de larga data, con un pico en el golpe del general narco Luis García Meza, con el respaldo de Massera y Videla. Aparentemente el ex presidente Mauricio Macri realizó un envio de armamento tras perder las elecciones pasadas. Los detalles y su investigación.

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La Dirección General de Aduanas (DGA) inició una investigación para determinar «la eventual existencia de delito en la exportación de armas de fuego y otros materiales controlados al Estado Plurinacional de Bolivia en noviembre de 2019» para apoyar el golpe de Estado contra Evo Morales. «El organismo que depende de la AFIP también inició una segunda investigación para controlar la regularidad de los procedimientos llevados adelante por la DGA» durante el Gobierno de Mauricio Macri, informó la agencia Télam.

Fuentes oficiales explicaron que «las dos pesquisas abiertas por el organismo que encabeza Silvia Traverso buscan aportar a la investigación judicial de los hechos». La investigación de Aduanas «se propone determinar la eventual existencia de un delito en el egreso y posterior reingreso de las armas de fuego y otros materiales controlados». La pesquisa se inició a partir de la divulgación de la carta de agradecimiento de autoridades militares del Estado Plurinacional de Bolivia por el envío de «material bélico» a la administración de Jeanine Añez para reprimir protestas populares luego del golpe contra Evo Morales.

El papel de Mauricio Macri en el golpe en Bolivia

Los testimonios del campesino Maldonado Rosales y del abogado Becker, fueron tomados por la publicación digital Brasil de Fato. El 13 de noviembre llegó a Bolivia el Hércules con armamento antidisturbios que mandó el gobierno de Macri y el 15 se producía esta masacre en Cochabamba.

Macri había perdido las elecciones en octubre de ese año. El vuelo irregular con armamento despegó de El Palomar cuando Macri estaba furioso porque había perdido la reelección. Ya había tenido una reacción destemplada cuando se conocieron las PASO con un resultado imposible de remontar: dio órdenes al Banco Central para que dejara disparar al dólar. “Para que aprendan a votar”. En la conferencia de prensa posterior dijo que el dólar se había disparado por el resultado de las PASO donde la gran mayoría había optado por la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Fernández.

El gobierno de facto de Jeanine Añez estaba pidiendo asistencia a sus gobiernos amigos. La intensidad de las movilizaciones estaba consumiendo el arsenal de armamento represivo. El entonces presidente de Ecuador, el neoliberal Lenin Moreno envió otro cargamento con proyectiles y gases. Resultaría una coincidencia extraordinaria que los gobiernos de Argentina y Ecuador hayan hecho estos envíos en la misma época y al mismo lugar, en respaldo a los golpistas bolivianos.

Cuando se produjo el golpe en Bolivia, Alberto Fernández, que ya era de hecho presidente electo, habló por teléfono con Macri para que diera refugio a Evo Morales y Macri se negó.

Hay una constante en Macri como la hay en la derecha argentina. Los agitadores golpistas bolivianos, que actuaban en realidad como policías de civil se ensañaron con las “mujeres de pollera” que eran insultadas y humilladas en las calles, y con la población indígena al punto que llegaron a quemar una wiphala en forma pública.

De hecho, al mismo tiempo que el gobierno legítimo de Bolivia denunció el envío desde Argentina del avión con armamento represivo, la dirigente popular Milagro Sala cumplió dos mil días de una prisión injusta que se basa en los prejuicios étnicos y políticos del gobernador de la provincia de Jujuy Gerardo Morales.

Los contactos entre las derechas de ambos países tienen más antecedentes, como el que se produjo en 1980, cuando el general y narco Luis García Meza dio un golpe con el asesoramiento y respaldo de los dictadores argentinos Emilio Massera y Jorge Rafael Videla. En apenas un año hubo 500 desaparecidos y decenas de asesinados. Había tenido buenos maestros de sus correlatos argentinos.

La denuncia del respaldo de Macri y Moreno al golpe contra Morales fue formulada por el canciller boliviano Rogelio Mayta por lo que tiene entidad institucional. El presidente Alberto Fernández envió una carta a su colega Luis Arce donde le expresó “dolor y vergüenza” por los hechos denunciados.

En el macrismo niegan que enviaron armamento a los golpistas, pero el gobierno boliviano exhibió una carta de agradecimiento del entonces jefe de la Fuerza Aérea de Bolivia, Jorge Gonzalo Terceros Ala, uno de los acusados de encabezar el golpe. Su abogado dijo que la carta es una falsificación. Pero el ministro de Defensa argentino, Agustín Rossi, confirmó que el vuelo existió y que lo están investigando.

La denuncia contra Macri tuvo fuerte repercusión internacional, pero en Argentina fue minimizada por la corporación de medios hegemónica. En general, los medios macristas dan a entender, al igual que la derecha boliviana, que no hubo golpe de Estado sino que Evo “se fugó” a partir de una revuelta popular. Es difícil explicar con ese enfoque el aplastante triunfo que logró apenas un año después el partido de Evo Morales, el MAS, con la candidatura de Luis Arce, quien había sido su ministro de Economía.

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