Macri recriminó a empresarios: «Hay muchos escépticos en el círculo rojo, que dan todo por terminado»
A distancia y por teleconferencia, el presidente Mauricio Macri cerró esta tarde el 55º Coloquio de IDEA y ante los empresarios aseguró que está «confiado» en dar vuelta el resultado de las PASO, pese a que «hay muchos escépticos en el círculo rojo que ya dieron por terminado todo».
«Sé que hay muchos escépticos, especialmente en el círculo rojo, que ya dieron por terminado todo», resaltó el jefe de Estado en videoconferencia desde Corrientes, antes de encabezar una nueva marcha del «Sí, se puede».
El mandatario nacional explicitó así el descontento del sector empresario con las políticas de su gobierno, que este año lo llevó a no participar personalmente del cierre del Coloquio, algo que sí hizo en los primeros tres años de gestión.
«Esto depende de nosotros. Claramente, no hemos podido darle la vuelta a una economía, pero el esfuerzo no fue en vano y a partir de acá hay mucho por hacer y progresar», recalcó Macri.
Confiado en sus chances electorales, el Presidente consideró que «luego de las elecciones habrá espacio para lograr un acuerdo» entre los distintos partidos políticos para alcanzar una macroeconomía equilibrada.
«La necesidad de tener equilibrio fiscal es algo que ahora dicen hasta los partidos opositores, los gobernadores. Luego de las elecciones habrá un acuerdo», dijo Macri al cerrar el 55° Coloquio de IDEA que se desarrolló desde el miércoles en la ciudad de Mar del Plata.
Macri destacó que «todavía quedan muchas cosas por resolver» pero ponderó los avances logrados en la calidad institucional porque, dijo, «ha permitido volver al diálogo entre públicos y privados, con estadísticas creíbles en las manos«.
También resaltó la reducción en un 80% del déficit fiscal que había a finales del 2015 y el desarrollo del sector energético, que permitirá el autoabastecimiento en los próximos años.
Sin embargo, advirtió que «todavía nos falta un acuerdo más profundo sobre como tener una economía más ordenada, lo que nos ha impedido crecer y reducir la pobreza».
«Yo apuesto a que después del 10 de diciembre, lograremos esos consensos. Hoy los opositores hablan también de eso»
Asimismo, reconoció: «Yo subestimé la dificultad que representa reducir la inflación y la falta de haber logrado consenso para hacerlo».
El jefe de estado también señaló que en el Congreso «ha sido muy difícil bajar el gasto, pero muy fácil para aumentar el gasto».
«Creo que ahora hay una madurez en los gobernadores y la oposición, creo que hay un espacio para lograr ese acuerdo. No podemos seguir otros 77 años con déficit», aseguró.
Macri consideró que los resultados de las PASO, donde perdió por 16 puntos frente a Alberto Fernández «dieron la oportunidad de hacer una reflexión más profunda» sobre las políticas que desde el Gobierno llevamos adelante y destacó «el gran esfuerzo» que debió soportar la población.
Minutos antes que Mauricio Macri, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, también habló por teleconferencia ante el auditorio de IDEA. En este marco, aseguró que la Argentina tiene un «problema de liquidez, no de solvencia», y se mostró confiado en que tras las elecciones se podrá avanzar con la renegociación de deuda, siempre que se mantenga la disciplina fiscal.
Lacunza dijo que «el tipo de cambio actual es superior al de equilibrio, fue irracional lo que se disparó después de las PASO, y las medidas que tomamos tienden a estabilizar el mercado pensando en los más vulnerables, sabiendo que son medidas de carácter transitorio».
Durante una videoconferencia con el 55° Coloquio de IDEA realizada desde la sede del Banco Mundial en Washington, Lacunza dijo que la Argentina, «a raíz del resultado de las PASO, sufrió un cierre de financiamiento voluntario y entró en un problema de liquidez, no de solvencia».
«Superada la coyuntura electoral, si el oficialismo es reelecto las dudas se disiparán, y si el voto no nos acompaña habrá que encarar un proceso de renegociación de la deuda manteniendo la disciplina fiscal», sostuvo el funcionario.
Sobre el encuentro con representantes del FMI y del Banco Mundial, Lacunza dijo que fue una «reunión muy constructiva, venimos a representar a la Argentina independiente del proceso electoral para, una vez superada la coyuntura electoral, seguir con el programa con el FMI».
«El objetivo es desahogar los vencimientos del próximo período y, con un perfil más desahogado, restablecer el equilibrio en el mercado financiero y de cambios, y entonces las medidas que nos vimos obligados a tomar se verán obsoletas», sostuvo Lacunza.
El ministro dijo que «la reunión con el FMI fue el epílogo de los encuentros de trabajo de estos días. Vinimos a compartir con el Fondo nuestras proyecciones y políticas, para que una vez resuelta la situación electoral, avanzar, porque la Argentina cumplió sus objetivos y obligaciones».
Lacunza estimó que la deuda asciende a unos US$ 310.000 millones, al señalar que «la variación de deuda es la suma del déficit fiscal de todo ese período, si uno le suma el arreglo con los holdouts».
Dijo que la deuda «equivale al 68% del Producto Bruto, no es insostenible, pero tenemos que tener menos déficit fiscal».
«La deuda sigue siendo elevada producto de un gasto creciente. Hay que mantener la consistencia fiscal en cualquier reforma de naturaleza tributaria. Y consolidar la trayectoria fiscal tiene que ver con la negociación de la deuda», señaló.
El ministro de Hacienda admitió que en materia de inflación y bienestar este gobierno «evidentemente no cumplió las expectativas» y señaló que «si uno no tiene equilibrios macroeconómicos en todos los frentes, el externo, fiscal y monetario, termina repercutiendo en inestabilidad del tipo de cambio y se traslada a la inflación».
Cuestionó la «irresponsabilidad de haber dejado subir la inflación a fines de la década pasada» y sostuvo que los objetivos de reducción inflacionaria fueron «demasiado ambiciosos y la política fiscal y monetaria, y sostuvo que uno de los principales pasivos de esta gestión».
«Creemos que el tipo de cambio actual es superior al tipo de cambio de equilibrio, es 60% mayor al de abril de 2018», señaló.
Consideró que «la pasión con la cual discutimos el día a día no es saludable cuando nos dejamos cruzar con grietas ideológicas».
Destacó que «hay consensos que se están recorriendo, como el orden institucional, la protección de los más vulnerables no se negocia, casi tres cuartas partes del presupuesto está asociado a lo social, ahora vemos los beneficios de haber hecho un sistema financiero robusto, lo cual sirvió ahora».
Dijo que «el equilibrio fiscal es otra de las condiciones necesarias, para el próximo período hay consenso de que priorizar la estabilidad, hay que reconocer la prudencia de las fuerzas políticas. En el próximo período de gobierno debemos estar de acuerdo en generar políticas de una coalición exportadora y proempleo».
El ministro de Hacienda admitió que la presión tributaria es alta, pero dijo que es «inferior a hace cuatro años, teniendo en cuenta que bajó en 3 puntos del Producto, disminuyó Ganancias, los impuestos al trabajo, débitos y créditos a cuenta de ganancias, Bienes Personales, y retenciones a las exportaciones».
También destacó que la provincia de Buenos Aires bajó el impuesto a la energía.