El ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, intentó poner paños fríos a la grieta que se abrió al interior del Frente de Todos luego de que se alcanzara un acuerdo con Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda tomada por el gobierno de Mauricio Macri y que motivó la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque oficialista en Diputados.
«Nadie en nuestro espacio político, con la visión que tenemos para Argentina, puede estar contento con tener al FMI en Argentina», admitió Guzmán y aclaró que «lo que se hizo es todo lo que se pudo hacer y llegamos a un acuerdo que fue el mejor que pudimos obtener».
En diálogo con Intratables en la noche del lunes Guzmán explicó que el acuerdo por la deuda «permite generar más tranquilidad y más certeza. Es un paso y un camino que se puede recorrer y en ese camino va a haber más pasos y va a llevar años resolver los problemas estructurales de Argentina”.
Sobre los largos meses de negociación que demandó alcanzar un acuerdo Guzmán señaló que en realdad «hay que preguntarse qué acuerdo pudo haberse alcanzado antes. Para cerrar antes, había que cerrar un programa muy diferente».
«Para que nos refinanciaran esa deuda, habría que haber hecho un ajuste”, advirtió y recordó que las negociaciones se enmarcan en “cuestiones de poder”. “No existe la caridad en estas negociaciones. Una negociación sobre deuda internacional es un proceso político. Se expuso a la Argentina a lo más poderoso del mundo, donde hay intereses muy fuertes”, advirtió.
“Lo que nosotros logramos fue dar un paso firme adelante, en un camino que se puede recorrer”, aseguró y agregó que, bajo las nuevas condiciones, la deuda se pagará “entre el 2026 y el 2034”.
Advirtió además que el haber incurrido en un nuevo default «era abrir la puerta de la angustia, de la posibilidad de que el país tuviera una seria crisis de empleo, y empeorara los problemas de inflación, en lugar de resolver el problema”.
«Podría haber pasado cualquier cosa. Lo que iba a ocurrir era que iba a haber menos dólares y cuando eso pasa hay menos producción y trabajo, y más inflación. La gente iba a estar peor si no se arreglaba con las condiciones con las que se arregló”, graficó.
Y evaluó una vez más: “Construimos una alternativa razonable. El tema con el FMI es que debemos esa plata y no la podemos pagar, entonces tenemos que lograr que nos la refinancien, que nos den esos dólares para pagarles a ellos mismos”.
“Ahora los vamos a tener que pagar entre el 2026 y el 2034. En el medio, tenemos cuatro años y medio para seguir reconstruyendo la capacidad productiva del país. Lo que se aprobó es un préstamo por el tamaño de todo lo que debemos y lo que ya pagamos, que son 4.500 millones de dólares”, precisó.
“Es lamentable que Argentina tenga que estar negociando con el FMI pero para evitar estar en una situación trágica Argentina tuvo que negociar para que el Fondo permita no pagar ahora. Nunca es fácil, por eso nunca hay que entrar ahí. Nadie puede estar contento hoy negociando con el Fondo», concluyó Guzmán.