Martiniano Molina le copió el discurso a Macri y terminó a los gritos en la apertura de sesiones en Quilmes
Con la misma línea de marketing del PRO que tiene al mando a Marcos Peña y Jaime Durán Barba, Mauricio Macri abrió por última vez en su mandato el período de sesiones ordinarias del Congreso y se dirigió a la Asamblea Legislativa de un modo en que hasta ahora no había hecho.
En más de un tramo elevó la voz, se peleó con los opositores y con el rostro desencajado cerró su discurso a los gritos.
Lo mismo hizo Martiniano Molina en su presentación ante el Concejo Deliberante de Quilmes. Lo del cocinero del macrismo que gobierna ese distrito del conurbano bonaerense fue un calco de lo del Presidente ante los legisladores nacionales.
En la ceremonia que se realizó, en la Casa de la Cultura, Molina hizo un repaso de la gestión; obra pública ejecutada, proyectadas y en ejecución, entre otros aspectos a resaltar de la administración municipal.
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Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la impronta que le puso a su discurso, dado que a medida que hablaba parecía alcanzar un nivel de “exaltación” importante. Al estilo del presidente Mauricio Macri, quien en la inauguración de las sesiones se mostró ferviente en su oratoria.
Ante la mirada atenta de el titular de la HCD Juan Bernasconi y del resto de los concejales que componen el cuerpo legislativo, Molina aseguró: “Estoy convencido que hemos iniciado un proceso de transformación histórica para nuestra ciudad que nadie nos lo roba, es nuestro”.
A los gritos, sentenció: “Vamos a seguir trabajando, soñando, muchas gracias, fuerza Quilmes”.