Los peores días de Mauricio Macri, desde el congreso dicen que no llega a diciembre
Con los resultados de las PASO, Macri es un presidente sin legitimidad. Tras las Primarias, se desató la corrida cambiaria que llevó al dólar a tocar los $65, elevó el riesgo país y produjo un desorden generalizado en la economía.
Recién tres días después del caos, el presidente salió a comunicar un paquete de medidas de “populismo”, sin ningún anuncio de corrección de las políticas de fondo y negando su propia visión liberal.
En esa línea, después de mucho empeño y críticas de su círculo más cercano y sus socios políticos Macri abrió un canal de diálogo con Fernández. En la charla telefónica con su principal rival en octubre el Presidente habló de una “eventual alternancia de poder”. Es el mensaje que se esperaba desde un primer momento.
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Ahora, el jefe de Estado enfrenta algunos escenarios posibles, que según circula en los pasillos del Congreso se evalúa una posible renuncia de él, su vicepresidenta Gabriela Michetti y una eventual asunción de Emilio Monzó, que buscará -amigablemente- un final de ciclo sin helicóptero incluido.
Sin alianzas no hay gobernabilidad
Lo cierto es que no es posible seguir gobernando si la estructura de la alianza que lo llevó al poder se quiebra. La UCR, la principal fuerza de la alianza que llevó a Macri a la Presidencia, analizó la dura derrota de la alianza oficialista en las PASO y ya comenzó a diseñar una estrategia propia que los despegue de la campaña nacional y se aleja de Macri.
Según trascendió, cada uno de esos territorios, el radicalismo se haría cargo del control de la campaña con un sesgo más “local” y “tradicional”, para tomar distancia de Mauricio Macri, y definitivamente por fuera del “fracasado” sistema de big data que impusieron Marcos Peña y Jaime Durán Barba.
¿El fin de Juntos por el Cambio? La UCR explorará su propio camino en busca de “revertir” el resultado de las primarias o al menos “salvar la ropa” en las generales del 27 de octubre en aquellos distritos que gobierna, como Mendoza, Corrientes y Jujuy. Además de aquellos distritos donde el radicalismo tiene un peso mayor que sus socios en la alianza oficialista, lo que podría incluir ciudades y municipios en provincias con supremacía macrista, como el territorio bonaerense.
Cornejo y el gobernador jujeño, Gerardo Morales, llevaron su preocupación por la derrota y la necesidad de modificar la estrategia electoral a la Casa Rosada.
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En el radicalismo consideran que en octubre podrían intentar mejorar el resultado electoral en sus provincias si toman en sus manos la campaña. De todas maneras, la modificación de la estrategia de campaña para las elecciones generales es la preocupación principal de la UCR, que ya no duda en abrirse de una vez por todas.
Macri perdió hasta en las provincias y municipios que gobierna el oficialismo
Otro empujón para el declive de Macri fue el fuerte revés que sufrió el Gobierno a nivel nacional.
En las primarias de 2015, es cierto, Cambiemos solo se había impuesto en dos distritos: CABA y Mendoza. Sin embargo, la situación era distinta, ya que existía una tercera fuerza competitiva, con Sergio Massa a la cabeza. Esta elección resulta más comparable a la primera vuelta de hace cuatro años, ya que había claramente dos fuerzas principales.
Y con respecto a las generales de 2015 hubo un claro retroceso en varias provincias. Sobre todo de la zona central del país, la más poblada, que había impulsado a Macri a la Casa Rosada.
En Santa Fe, el Frente de Todos se impone por 43,6% a 33,8%. En 2015, Cambiemos había ganado en las generales por 35,3 a 31,8%.
En Mendoza, Fernández obtenía un 40,5% contra el 37,3% de Macri. Hace cuatro años, la ventaja amarilla había sido de 40,8% a 31,3%. Este resultado abre una nueva incógnita: en la provincia cuyana se elegirá gobernador el 29 de septiembre. Tras la victoria de Cambiemos en las PASO, se preveía que se repita el resultado en las generales, pero ahora surgen más dudas. El radical Rodolfo Suárez se enfrentará a la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti, tras las victorias de ambos en las internas.
Entre Ríos es otro distrito clave, ya que quien gana ahí, gana en todo el país. Eso fue así en todas las elecciones desde el retorno de la democracia. Según los resultados, Fernández se impuso por 45,1% a 36%.
En la segunda vuelta de 2015 hubo otras provincias que se sumaron a la ola amarilla. Jujuy es uno de los casos. Allí, además, gobierna Gerardo Morales, quien fue reelecto en junio. Sin embargo, el Frente de Todos se impuso por 49,1% a 29,1%.
Gerardo Morales y su revés en Jujuy
En La Rioja, San Luis y La Pampa la situación fue similar: tras la victoria en la segunda vuelta de 2015, Macri cosechó duros reveses en estas PASO. En la Rioja fue 50,4% a 31,6%. En San Luis, 44,2% a 34,1%. Y en La Pampa, 50,1% a 32,3%.
La provincia de Buenos Aires, obviamente, también explica lo sucedido. Allí, el oficialismo aspiraba a “perder por poco”, como en 2015, para hacer una elección competitiva. Sin embargo, el Frente de Todos superó la mitad de los votos. Fue 50,6% contra 29,9%. En términos absolutos, 4,6 contra 2,7 millones de votos, una diferencia indescontable.
Por último, el caso de Corrientes. Si bien Macri nunca había podido imponerse, se esperaba que haga una mejor elección, ya que el gobernador Gustavo Valdés es radical. Sin embargo, la derrota fue contundente: 53% a 33,1%.
Renuncia, el posible escandaloso escenario que enfrenta Mauricio Macri
Ante la crisis económica y la ruptura de la alianza gobernante, la renuncia sigue resonando. Se trata de un escenario que tendrá duras consecuencias sobre la gobernabilidad del país. En este caso se aplicaría la Ley de Acefalía modificada y promulgada en el 2003, luego de la sucesión de cinco presidentes en una semana tras la crisis del gobierno de De la Rúa. Allí se establece el mecanismo para evitar que el cargo de presidente quede vacante.
En este sentido, la norma 25.716 amplía lo expresado en el Artículo 88 de la Constitución Nacional en el que se establece que “en caso de enfermedad, ausencia de la Capital, muerte, renuncia o destitución del Presidente, el Poder Ejecutivo será ejercido por el vicepresidente”.
La línea sucesoria sería Gabriela Micchetti quien se colocaría la banda de manera provisoria hasta la elección de nuevas autoridades por medio del voto. Si la Vicepresidenta no asumiera el cargo -según el trascendido también renunciaría- sería el Presidente provisional del Senado, Federico Pinedo quien tome el puesto. En la línea siguen el Presidente de la Cámara de Diputados, el desplazado Emilio Monzó y el titular de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz.
El escenario es adverso y los manotazos de ahogado de un Gobierno que perdió acompañamiento, son claros. Hay que ver hasta dónde están dispuestos a perder.