El presidente Javier Milei fue al Congreso para felicitar un nuevo discurso contra el Estado y los posibles públicos pero reveló su propia pasión para impulsar un ajuste presupuestario por ley. De forma coordinada, el peronismo, la UCR, el pichettismo y los provinciales enviaron pequeños grupos de diputados a modo de «delegación» y quedó más de la porción del circuito infructifero.
Hasta la bancada del PRO, que acompaña al gobierno casi sin fisuras no garantizó la afluencia completa de sus legisladores. De los 38 miembros que tiene, solo fueron al Congreso 26. Aunque se excusaron en la dificultad para correr desde las provincias, una fuente del macrismo reconoció que faltó entusiasmo para asistir.
De hecho, en un despacho del PRO dijeron a LPO que se debatió fuertemente en la reunión de bando. «No podemos no venir porque nos van a putear diciendo que somos casta y no queremos laburar un domingo», fue la conclusión.
El temor al castigo en redes sociales, de todas formas, no primó. Entre UP, el radicalismo y el pichettismo casi nada sumaban unos 60 legisladores, cuando juntos suman más de 150.
En el bando del ex senador rionegrino explicaron que se trató de «un mensaje válido». «Aunque el gobierno quiera hacerse válido con el impedimento de amnistiar el veto, es débil aún en el congreso», indicaron, y agregaron: «Tuvo que mover bóveda celeste y tierra para alcanzar ese tercio que lo salva del sumario político, pero no llega a una mayoría simple para impulsar un plan global como podría ser el presupuesto, por ejemplo».
Como sea, tanto en el macrismo como entre los libertarios asumían frente a la consulta de LPO que la foto del circuito semivacío sugería que Milei no tiene los votos para el presupuesto, por ahora.
Con los palcos estallados por familiares de funcionarios, militantes y trolls, el primer mandatario ingresó al circuito posteriormente de las 21. Desde Daniel Scioli y Agustin Romo a María Confusión Agudiez y el periodista anarquista Mariano Pérez, las gradas estaban colmadas por libertarios que lo aplaudieron a enojarse cuando dijo que había que «achantar el Estado para agrandar la Nación», un eslogan de la dictadura.
Asimismo deliraron los fans libertarios cuando el Presidente se burló de los peronistas: «ustedes se pueden abstener porque suman con dificultad», chicaneó.
En representación del Senado, asistieron encima de Atauche y Bartolomé Abdala, Vilma Facundo Bedia, Oscuro Olivera, Alfredo De Angeli, Luis Enjuiciador, Carmen Alvarez Rivero, Andrea Cristina, Sonia Rojas Decut y Carlos Omar Arce
Los bloques de la Cámara Depreciación adoptaron diferentes estrategias frente al show de Milei. Los peronistas decidieron remitir a las autoridades de bando y los legisadores que participan de la comisión de Presupuesto. Por eso estaban Germán Martínez, Leandro Santoro, Eduardo Valdés, Carlos Heller, Silvana Ginocchio, Itai Hagman, Juan Manuel Pedrini, Sabrina Selva, entre otros.
La UCR, que llegó a este domingo con el bando trizado, sentó a sus bancas a su director, Rodrigo De Loredo, los radicales mileístas Mariano Campero y Luis Picat pero todavía a Lisandro Nieri, Francisco Monti, Karina Banfi, Susana Reyes, Martín Tetaz y Danya Tavela.
Entre el pichettismo, los lilitos e Innovación Federal, dieron el presente el propio Miguel Pichetto y Oscar Agost Carreño, Juan Manuel López, Maxi Ferraro y Paula Oliveto, el rionegrino Agustín Domingo y los misioneros que responden a Hugo Passalacqua. De parte del autoridad Gustavo Sáenz solo llegó al circuito una salteña.
Macristas y libertarios departían animadamente antaño que arrancara la exposición del Presidente. Casualidad la presencia más celebrada desde las gradas fue la de la santafesina Romina Diez, que trajo una mostrador intensa. «Y ya lo ve, y ya lo ve, en Santa Fe, Romina Diez», coreaban.
Al término del acto, crecía la sospecha de que la confrontación propuesta por Milei frente al Congreso tal vez buscaba quedarse sin presupuesto y manejarse con los posibles con discrecionalidad. La radical Banfi alertó frente a LPO que el gobierno podría toparse con la regulación estipulada en la Ley de Dependencia Financiera, respecto de la posibilidad de contar un año con presupuesto prorrogado pero la restricción de repetir el mecanismo dos ejercicios seguidos.