El vocero hizo referencia así al videomensaje enviado por Jorge Bergoglio en el que expresó su deseo de poder «volver a ver» al pueblo argentino.
«Ustedes no saben cuánto me gustaría volver a verlos. Y tampoco podré hacerlo el año próximo, porque ya están compromisos fijados para Asia, África… el mundo es más grande que Argentina, pero hay que dividirse», había planteado en 2016, y se reiteran ahora las razones, según Burke.
El Pontífice afirmó entonces: «Para mí, el pueblo argentino es mi pueblo. Ustedes son importantes, yo sigo siendo argentino, yo todavía viajo con pasaporte argentino».
En los últimos días, desde la cúpula de la Iglesia se había barajado la posibilidad de una visita de Bergoglio, de 80 años, para 2018.
«La visita del Papa al país está próxima», planteó esta semana el cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires.
Esa vez, Poli precisó que «los obispos argentinos lo invitamos cinco veces por carta y personalmente. La última vez los miembros de la comisión ejecutiva le dijimos: ‘mirá, andá pensando cuando vas a venir porque la gente va a pensar que no nos querés’. Ya no sabemos cómo decírselo. Nos lo pregunta todo el mundo».
«Y él nos dijo: ‘¿ustedes creen que yo no quiero ir?», contó Poli. Además, el cardenal señaló que el Papa «eligió (para sus viajes) lo que le gusta: periferias y creo que está a la vista dónde se ha metido». Mencionó como ejemplo Turquía «donde los católicos son la minoría absoluta. Y piensa en ir a China, a Rusia y otros lugares que él y la secretaría de Estado determinan».
De todas maneras, concluyó: «Me parece que estamos próximos a esta visita. Y me parece que toda esta tensión finalmente va a terminar bien».