Paro de subtes: así fue el desalojo a los metrodelegados
Metrodelegados continúan este martes con las medidas de fuerza y realizan un paro de subtes que afecta a las líneas E y H del subte y el Premetro hasta el mediodía, en el marco de su plan de lucha por la reapertura de las paritarias y contra las sanciones impuestas a trabajadores. Sin embargo, fueron víctimas de un desalojo por la Policía.
En medio del reclamo, un grupo de representantes de los trabajadores se paró frente a las formanciones que estaban por salir de la estación Las Heras de la línea H, para evitar que avancen, y la Policía de la Ciudad intervino para desalojarlos.
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«El convenio colectivo de trabajo dice que sólo los conductores pueden manejar el coche», explicó Néstor Segovia, representante de los ‘metrodelegados’, en declaraciones a la prensa en el acceso a la estación Las Heras, que fue cerrada por los efectivos policiales.
Asimismo aclaró que al momento del operativo «no había ningún supervisor ni personal jerárquico para manejar los coches». Por su parte, el comisario a cargo del mismo detalló que tenía «orden de hacer funcionar el servicio».
El clima de mayor tensión se vivió cuando un grupo de agentes decidió avanzar contra la protesta gremial, algo que generó serios incidentes con golpes y empujones. Además de las corridas, los trabajadores del subterráneo denunciaron que los efectivos dispararon balas de goma.
Cuál es el conflicto que inició el paro de subtes
La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), informó que la huelga se desarrollará hasta las 12 y, una vez reanudado el servicio habrá apertura de molinetes hasta las 14 en las estaciones cabeceras.
Los metrodelegados denunciaron la falta de respuesta de Metrovías y el Gobierno porteño a sus reclamos, ya que rechazan la paritaria firmada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las más de 100 suspensiones determinadas por la empresa.
«Los telegramas de suspensión enviados por la compañía ya ascienden a 114, originados en acciones ilegales tales como la ocupación de instalaciones, apertura de puertas de emergencia y/o liberación de molinetes para facilitar la evasión, o directamente impedir la normal prestación del servicio», precisó la firma.
A través de un comunicado, Metrovías advirtió: «Debido la persistencia de este tipo de situaciones, se ha comunicado al personal que en caso de reiterar este tipo de inconductas laborales, las mismas darán lugar a la aplicación de sanciones más severas».
Asimismo, detalló que «en el caso de los 95 delegados gremiales (que cuentan con tutela sindical), para la efectivización de las sanciones se requiere de una autorización judicial previa, por lo cual ya se ha iniciado acciones ante la Justicia laboral a efectos de su desafuero».
«Si Metrovías sanciona a los trabajadores que liberan molinetes sin perjudicar a los usuarios, el sindicato también responderá con mayor dureza a esa actitud», afirmó el secretario de Prensa del sindicato, Enrique Rositto, según consignó la agencia Noticias Argentinas.
El dirigente gremial cuestionó la actitud de Metrovías y el Gobierno porteño porque «hay silencio patronal absoluto y continúan los envíos de telegramas con sanciones y, la Ciudad, amenaza con denuncias penales en lugar de acercar posiciones o destrabar el conflicto».
La prostesta de los metrodelegados
La medida de fuerza de los metrodelegados comenzó a las 0 con la paralización de las tareas de limpieza, taller y mantenimiento, continúa con la interrupción del servicio desde las 5.30 hasta las 12, y el libre paso posterior por los molinetes hasta las 14.
El paro de subtes afecta a unos 50 mil usuarios que a diario utilizan las líneas E y H para desplazarse por la ciudad de Buenos Aires. El plan de acción es en rechazo del acuerdo paritario salarial de 15,02 % entre el Gobierno, la concesionaria Metrovías y la UTA, y las más de 100 suspensiones a los trabajadores que, desde el 23 de abril, participan en las protestas.