Por la crisis, cerró el bar de «El secreto de sus ojos»
Una escena memorable de «El Secreto de sus ojos» transcurre en un bar. Guillermo Francella habla de fútbol, si se trata de este actor fútbol es sinónimo de Racing Club de Avellaneda, y luego lanza uno de los parlamentos más recordados de la historia del cine argentino.
«¿Te das cuenta, Benjamín? El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín. No puede cambiar de pasión…». Esa locación será historia en poco tiempo. Por “falta de laburo”, cierra el café Only VI.
Según relevó Ámbito Financiero, a fines de junio el propietario retiró las pertenencias. Hoy está vacío. Sólo la barra, algunas botellas y los caños de las banquetas (sin sus correspondientes asientos) permanecen tras las cortinas cerradas con candado. Diarios viejos y «servilleteros» vacíos se observan contra las ventanas.
Circulan distintas versiones sobre el motivo del cierre. Su último dueño sostuvo que «fue por falta de laburo. En los últimos años se vino a pique el consumo». Agregó que estaba al frente del lugar «hace 37 años» y que «era parte de una sociedad», aunque en los últimos años él quedó al frente. Sobre la posibilidad de abrir un nuevo comercio en otro lugar, remató: «Tengo todas las cosas, pero está complicado. El rubro está atravesando un momento difícil».
Si se busca por la web, en distintas páginas sobre turismo «cinéfilo» se menciona el bar Only VI como una cita obligada. Lo sitúan, para los entendidos, como «la oficina de Sandoval».
Desde la Cámara de Cafés y Bares alertan sobre las complicaciones que atraviesa el rubro: muchos mutaron para convertirse en cervecerías y otros directamente debieron cerrar. «El clima financiero afecta mucho el consumo. El ánimo de la gente afecta a la gastronomía», resumieron desde la entidad semanas atrás.