"Estamos previendo que para la segunda quincena de enero arranquen las reuniones formales con los representantes gremiales con todo el espectro docente. Eso nos dará un arco para el proceso, teniendo en cuenta que las clases empiezan el 6 de marzo, tendremos entre seis y siete semanas que consideramos el tiempo lógico para poder llegar a un acuerdo", dijo hoy el ministro de Trabajo bonaerense, en declaraciones a Radio Nacional.
Desde la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) respondieron a esta confirmación que están dispuestos a negociar "cuando lo dispongan", pero sostuvieron que "hace cinco meses esperan el llamado y aún nadie les informó nada".
"Vamos a esperar que nos llamen formalmente. Hasta ahora no llegó nada. Por los medios surgen versiones hace meses, de hecho muchas cosas nos enteramos por los medios, quizás el gobierno pretenda discutir las paritarias también por los medios", ironizó Renée Cruz, vicepresidente de FEB, en declaraciones formuladas a Télam.
El dirigente aclaró que "si llega formalmente la invitación, todo el gremio estará presente" ya que a los maestros "les interesa el primer día de clases estar en el aula". "La demora siempre parte del gobierno de la provincia, nosotros no queremos discutir sobre el inicio de las clases, si nos llaman ahora mismo, nosotros vamos", agregó Cruz.
Villegas señaló que se ha trabajado "mucho" con el ministro de Educación, Alejandro Finochiaro, y el de Economía, Hernán Lacunza, sobre los "escenarios y alternativas" posibles en la negociación y que se mantuvieron conversaciones permanentes en todo el año para lograr llegar a un acuerdo.
La semana pasada, maestros nucleados en el Frente Gremial Docente (FGD) -integrado por la FEB, Suteba, AMET, Sadop y UDA- indicaron que "si el gobierno persiste en su decisión política de no escuchar ni garantizar la resolución de los reclamos planteados, los docentes no seremos responsables de la agudización del conflicto".
Además de la discusión de la paritaria de 2016 aún pendiente para el gremio, también se le reclama al gobierno de María Eugenia Vidal la reducción en un 3,2 por ciento del Presupuesto para Educación en la provincia de Buenos Aires (equivalente según el gremio a la construcción de 1.764 jardines de infantes o de 998 escuelas secundarias).
Además, los gremios reclaman por la eliminación del impuestos a las Ganancias en la cuarta categoría, la cobertura de cargos y el aumento en los cupos de los comedores escolares. Durante el último congreso que realizó en La Plata, la FEB se declaró "en estado de alerta y movilización", y advirtió que "no aceptarán propuestas de incremento salarial que incluyan sumas en negro, como presentismo, plus por excelencia o material didáctico".