Renunció Alicia Castro a la embajada en Rusia y se calienta la interna en el Gobierno por la postura ante Venezuela
La designada embajadora argentina ante Rusia, Alicia Castro, presentó su carta de renuncia ante el presidente Alberto Fernández por el cambio de postura del Gobierno respecto de Venezuela.
Castro confirmó en su cuenta oficial en Twitter su carta de renuncia al cargo que todavía esperaba su aprobación en el Senado, tras la orden de la Cancillería, apoyar ante la ONU, las denuncias de la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, sobre violaciones a los Derechos Humanos en el régimen de Nicolás Maduro.
Según pudo saber TIMING POLÍTICO en la carta de renuncia, la designada embajadora ante Rusia -había sido embajadora ante Venezuela durante el anterior gobierno de Cristina Kirchner- aduce estar en desacuerdo con la política de relaciones exteriores del Gobierno de Alberto Fernández y le agradece su designación «a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner».
«Quiero agradecer al gobierno nacional, en especial a nuestra vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, por haberme honrado con la designación como embajadora en la Federación Rusa», comienza la misiva.
«Tenía planificado mi traslado para el mes de abril, pero en marzo, con el Placet concedido por Rusia, inicié el periodo de aislamiento preventivo y obligatorio y formulé mi solicitud formal al Senado de la Nación para que se postergara el tratamiento de mi Pliego en razón de la explosión de la pandemia, que materialmente impide los vuelos a Rusia y a los cinco países en donde tendría concurrencia», señala la ex líder del gremio de azafatas.
«Hoy quiero presentar mi renuncia como embajadora, porque no estoy de acuerdo con la actual política de Relaciones Exteriores», continúa y luego explica las razones de la decisión:
El 6 de octubre, en el 45° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el voto de Argentina acompañando la Resolución del Grupo de Lima constituye un dramático giro en nuestra política exterior y no difiere en absoluto de lo que hubiera votado el gobierno de Macri», agrega.
De hecho, el Grupo de Lima fue creado durante la restauración neoliberal por un grupo de gobiernos de extrema derecha, alentados y financiados por los Estados Unidos con dos objetivos explícitos: Promover un «Cambio de Régimen» en Venezuela –con idéntica matriz de los operados por EE. UU. en Oriente Medio- y desarticular el bloque regional», señala.
Tras denunciar «el golpe de estado perpetrado contra Hugo Chavez en abril 2002, no han cesado los intentos de golpe, magnicidio, sabotaje, desabastecimiento, acciones organizadas de violencia para promover el caos», Castro admitió que «en un Frente, no todos pensamos igual. Sabemos que hay entre nosotros dirigentes que siempre estuvieron opuestos al socialismo venezolano – sin haber pisado nunca Venezuela- y hasta alguno que celebró la proclamación de Guaidó».
Finalmente, Castro señala que «Argentina podría haber optado por abstenerse, en todo caso, si no quería comprometerse con ninguna de las dos Resoluciones».
«Por lo expuesto -dijo-, presento mi renuncia como embajadora plenipotenciaria en la Federación Rusa, declino el alto honor y los privilegios que deparan tan alto e importante cargo» y aclaró que no se va «del Frente de Todos, al que el kirchnerismo aportó tanta energía, esfuerzos y la mayoría de los votos».
«No podría seguir instrucciones de Cancillería que no comparto y que considero reñidas con el interés de la Nación. Quiero actuar con responsabilidad y transparencia; que nadie se preocupe o perjudique por mis declaraciones, ni conocer preocupaciones en off por los medios de prensa comerciales», concluyó.