Argentina tiene que pagarle este martes al Fondo Monetario Internacional (FMI) casi US$2.700 millones para hacer frente a vencimientos de capital e intereses del acuerdo stand by firmado por Mauricio Macri en 2018.
Dato no menor es que el país debe afrontar este costo sin que haya llegado el segundo desembolso del organismo internacional por el monto de US$4.030 millones.
Esto es así, porque si bien el 8 de junio se aprobaron las metas del primer trimestre, la situación se va a terminar de definir en una reunión del FMI el próximo viernes, en donde evaluarán a Argentina y su posibilidad de cumplir con las metas pautadas en marzo.
En tanto, el país pagará US$ 2.684 millones con reservas del Banco Central.
El fallido plan para pagar la deuda con el FMI
La idea original era que el monto correspondiente al préstamo standy by, contraído en 2018 durante la gestión de Mauricio Macri, fuera cancelado con el segundo desembolso (de US$ 4.005 millones) en el marco de la primera revisión de metas prevista para el 10 de junio.
«Los pagos corresponden al stand by 2018 y son el martes 21 y miércoles 22 por un total de DEG 2.014 Millones (US$2.684 millones)», precisaron desde el Ministerio de Economía.
Con la aprobación del directorio del Fondo, ingresan DEG 3.000 millones (US$4.005 millones) de acuerdo con el cronograma del Acuerdo de Facilidades Extendidas del 2022, precisaron desde la cartera.
El bache entre la fecha de los vencimientos y la llegada de fondos frescos se cubrirá con el desembolso del 25 de marzo pasado, cuando la Argentina recibió US$ 9.700 millones en DEGs.
Tras los pagos en marzo, abril y mayo al organismo, los economistas estiman un remanente de US$ 6.000 millones para afrontar los pagos, pero advierten que no es normal cancelarlos previo al ingreso de fondos comprometidos
Argentina negocia «recalibrar» el programa económico con el FMI
El nuevo calendario estaría vinculado con los tironeos para recalibrar el programa por el shock externo. Por la aceleración del gasto y la pérdida de reservas debido al récord de importaciones energéticas, el Gobierno pidió flexibilizar el déficit fiscal y la acumulación de divisas entre abril y junio, sin tocar las pautas anuales.
A cambio, se comprometió a una nueva suba de tasas, acelerar el ajuste del dólar y «repriorizar» el gasto, entre otros puntos.
Economía espera que el directorio encabezado por Kristalina Georgieva apruebe el viernes próximo los cambios propuestos y el segundo desembolso. Si así ocurre, no se necesitará un perdón (waiver) para cumplir el programa.
«Debería haber una revisión de las metas trimestrales, tenemos un acuerdo con el staff y eso está a consideración del directorio el 24 de junio», señalaron desde el Palacio de Hacienda.
El pedido al FMI y el presupuesto de Argentina
Algunos de los ajustes quedaron reflejados en la revisión del presupuesto, que contempla una rebaja de los subsidios energéticos del 0,05% del PBI -mucho menor a lo previsto- y una inflación de hasta el 62%, por debajo de la expectativa de mercado del 72%.
Además, el ministro de Economía, Martín Guzmán ratificó la reducción déficit primario al 2,5% del PBI, la disminución de la emisión monetaria al 1% y la acumulación de US$ 5.800 millones en 2022.
Eso implica que, si se aflojan las metas fiscales y de reservas del segundo trimestre, habrá que acelerar el recorte del rojo fiscal (con más impuestos o menos gastos) y el ritmo de devaluación en los próximos seis meses. Ese es el peor momento del año, por ser el de mayores erogaciones y menores ingresos de dólares de la cosecha.