La Rectitud rechazó en las últimas horas el planteo de Ricardo Quintela de poner en suspenso las elecciones del Partido Justicialista, lo cual modificó el escena en el peronismo y dejó la puerta abierta de par en par a Cristina Kirchner para convertirse formalmente en la máxima autoridad del partido, teniendo en cuenta que su registro «Primero la Pueblo» quedó como la única válida de cara a los comicios próximos a disputarse el 17 de noviembre.
Días antes, el dirigente de La Rioja había apelado la valentía de la Congregación Electoral del PJ que había dejado sin sensación su registro, señalando que no contaba con los avales suficientes para competir en las elecciones internas del partido.
Mientras se esperaba la resolución de la jueza María Servini, los dirigentes José Mayans y Germán Martínez (entreambos integran la registro encabezada por CFK), se habían reunido con Quintela en la búsqueda de un «acuerdo» que pusiera punto final a la feroz interna. De este diálogo habría surgido la predisposición mutua a colaborar y dejar antes el conflicto, según revelaron fuentes al diario Clarín.
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La confrontación justicialista se había recalentado cuando los apoderados de «Federales, un queja de corazón», Jorge Yoma, Daniel Llermanos y Sandra Vanni, interpusieron un medio de apelación contra la resolución de la Congregación Electoral del PJ conocida el 24 de octubre, con la finalidad de elevarlo al Judicatura Federal con competencia electoral.
Desde el entorno de Quintela, consideraron que «la resolución de la Congregación Electoral al recusar la oficialización de la registro causa canon irreparable pues afecta derechos políticos y garantías constitucionales, a candidatos y electores».
A todo esto, la Congregación Electoral del PJ había rechazado por «unanimidad» la registro del riojano por no contar con avales suficientes, por otra parte de otorgarle un plazo de 24 horas para «realizar la entrega de la documentación física faltante y la corrección de los registros digitales presentados».
La Congregación Electoral estableció que ‘Federales, un queja de corazón’ no contaba con el número requerido del 2% (equivalente a 62.465 firmas) del padrón de afiliados establecido en el reglamento electoral. Quintela había contestado a comienzos de esta semana que acudiría a la Rectitud al advertir que «los partidos se ganan en la cancha, no en el escritorio», en un enérgico cuestionamiento alrededor de el sector del peronismo que argumenta a la ex mandataria.
El decreto de la jueza Servini terminó diluyendo las aspiraciones electorales de Quintela en el PJ, pero antaño de conocerse esta resolución entreambos sectores se mostraron predispuestos a reactivar el diálogo para frenar esta pulseada que ponía en tela de sumario el liderazgo y la conducción de CFK.