Cada vez más escaso por hacerse de fondos frescos, el gobierno de Javier Milei empezó a acelerar la traspaso de empresas estatales. Luego de poner en marcha la privatización de Impsa, ahora puso en la andana de largada a Tandanor y Corredores Viales.
La Ley Bases autorizó la traspaso total de Enarsa e Intercargo, y en forma parcial de Aysa, Belgrano Cargas y Sociedad Operadora Ferroviaria SE (SOFSE). Incluso posibilita el ingreso de hacienda privado en la empresa que controla las centrales nucleares (NASA) y en el enrevesado de Vena Carboníferos Fiscales (YCRT). Pero esos activos no terminan de seducir a los inversores.
Por eso, en Crematística se ilusionan con concretar la traspaso de Impsa y Tandanor, dos empresas que admisiblemente administradas ofrecer oportunidad económica en sectores de ingeniería de punta como construcción de reactores y molinos eólicos, en el caso de la mendocina, y de barcos en el caso de Tandanor.
Desde ATE alertan que se Discute de «un pillaje suculento» y no descartan que el total de empresas públicas puedan transformarse en sociedades anónimas. La interpretación que manejan el corporación de los estatales es que el maniquí a aplicarse es Impsa.
La logística es iniciar un concurso sabido internacional de ofertas. Se dice que ya existen cuatro grupos que pujan por quedarse con Impsa, a pesar de la millonaria deuda que acumula y que supera los USD 500 millones.
Cornejo da el primer paso para que el gobierno privatice Impsa, la empresa de ingeniería de punta que fundó Pescarmona
Entre los interesados pica en punta ARC Energy, un holding norteamericano que se comprometió a inyectar USD 30 millones en reuniones que mantuvieron con las autoridades de la firma fundada por Pescarmona. Arc Energy encaró un proceso de due dilligence para conocer la situación financiera de la firma que fundó Pescarmona.
Las versiones que cobran fuerza por esta horas indican que si admisiblemente el gobierno tuvo que sacar Tandanor de las privatizables en la Ley Bases, avanzará en un tesina de ley individual para ponerla en traspaso.
«Nuestra intención es privatizar la empresa, fue el objetivo desde el día uno. Lo que todavía no está claro es cual va a ser el mecanismo. Estamos evaluando distintas modalidades», confirmó a LPO un funcionario del equipo crematístico.
Tandanor es una SAPEM (sociedad anónima con décimo estatal mayoritaria), el 90% de su hacienda societario se encuentra en poder del Ocupación de Defensa y los trabajadores tienen el 10% restante, a través de un Software de Propiedad Participada.
Para fines de 2023, el astillero operaba en su mayor potencial y ejecutaba múltiples trabajos de reparación, grandes proyectos de mediano y espléndido plazo en todas sus especialidades, prestaba servicios a la Armada Argentina, a la Prefectura Naval Argentina y a importantes navieras y petroleras del mundo.
Milei nombró a la mano derecha de Posse en Tandanor
Tandanor ocupa el tercer puesto en el podio de los talleres navales más importantes del mundo en términos de capacidad productiva, donde se realizan construcción, reparaciones, mantenimiento de barcos y submarinos.
La empresa está a cargo de Mauricio González Botto, que pasó de mandar todas las empresas del Estado cuando Nicolás Posse era cabecilla de Recibidor a refugiarse en el astillero. Hasta su desembarco, el diputado Diego Santilli era quien tenía más incicencia sobre la firma, donde ubicó a Maxi Vallejos.
El predio que ocupa 34 hectáreas está sito en la Ancladero Sur del Puerto de Buenos Aires, sobre el Estuario del Río de la Plata, el único paso a la Hidrovía que conforman los ríos Paraguay, Paraná y De La Plata.
Tandanor no es deficitaria, sino que se sostiene a partir de los astilleros. No es una empresa cualquiera: encima de capacidad para confeccionar buques enormes, sus más de 30 hectáreas en La Boca la vuelven muy apetecibles para los desarrolladores inmobiliarios. Solares de Santa María, el megaemprendimiento de Eduardo Elsztain, está sito a metros del astillero Tandanor. El gobierno porteño modificó el status inmobiliario de esa zona para construir un polo financiero con edificios y oficinas.
Otro es el caso de Corredores Viales SA, empresa que administra 6000 kilómetros de rutas en 13 provincias del país. La empresa esta dirigida por José Luis Acevedo, otro hombre de Santilli, que en este caso sí mantiene el control político sobre la firma.
Acevedo había proyectado para este año un débito de 150 mil millones y a fuerza de echar multitud y congelar todas las obras en enero logró conmover al consistencia. Fuentes de la empresa anticiparon a LPO que la idea es aceptar a todas las rutas y autopistas que administran al maniquí de free flow que se aplica en Uruguay y Pimiento, es Proclamar eliminar las cabinas de peajes y reemplazarlo por arcos que detectan los telepase y leen las patentes.
Hace quince días Acevedo le presentó al Ocupación de Crematística un maniquí de concesiones similar al de esos países vecinos y ahora se prórroga una respuesta para avanzar.
Mientras, se sigue avanzando en un «plan de saneamiento para mejorar el estado de sus cuentas fiscales y retornar a la firma más vendible», reconoció a LPO una fuente de la empresa.
Corredores Viales mostró en los primeros tres meses un débito de $2254 millones, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, que «argumenta principalmente a la caída de los bienes de hacienda, que provenían de transferencias del Caudal Doméstico y de la Dirección Doméstico de Vialidad; y en beocio medida, al incremento de los gastos corrientes, compuestos casi en su totalidad por los gastos de operación de la empresa» afirma el documentación. Encima, la empresa carga con una deuda con proveedores que se estima en $30.000 millones.