Existe un profundo malestar en los efectivos de la Policía Bonaerense por los bajos sueldos y las promesas incumplidas de la gobernadora María Eugenia Vidal. Los uniformados realizarán, según anunciaron, una retención de tareas el martes 27 de diciembre, una suerte de paro que dejaría inerme a toda la provincia.
Entre las demandas de los efectivos se cuentan que los aumentos salariales quedaron bajo la inflación y que la mandataria provincial no cumplió con la palabra empeñada en equiparar los sueldos de la bonaerense con la Policía Metropolitana.
Reclaman, además, que el incremento salarial sea sobre los básicos y no se efectivice con “bonificaciones”. También advirtieron que los ascensos este año correspondieron a oficiales jefes, exclusivamente, olvidándose del personal subalterno, al tiempo que, pese a lo prometido, las horas “cores” y “polad”, por servicios adicionales, se mantuvieron en 40 pesos, en lugar de los 120 como se había indicado.
Las quejas también vienen por que los ascensos del año 2016 solamente fueron para oficiales en jefes. A eso hay que sumar la estafa hacia los Sargentos, y personal de otras jerarquías que tienen 6 años de antigüedad en el mismo grado y llegaron calificados como “falta de tiempo mínimo”.
Por si fuera poco, el malestar policial se ve agravado porque a los efectivos que cobran 15.000 pesos mensuales les descuentan el impuesto a las ganancias.
