La conferencia anual de la Unión Industrial Argentina (UIA) estuvo marcada por la tensión entre la entidad fabril y el gobierno de Javier Milei, que vació el disputa y sólo envió a un funcionario de segunda fila a defender las medidas.
La 30° Conferencia Industrial comenzó con un resistente discurso del vice y futuro presidente de la UIA, Martín Rappallini, que en un tono inusual para él exigió: «Queremos que nos respeten. No es contra nosotros, es con nosotros».
Luego, fue directo al publicidad del sector puntual del sector para frenar la comprensión de las importaciones. «No queremos que nos protejan, queremos competir, pero es necesaria igualdad de condiciones», afirmó Rappallini.
«Nosotros competimos con el mundo, con países con otras reglas y otras condiciones, no pedimos privilegios, no queremos protección, queremos igualdad de condiciones para poder competir y es frente a la yerro de igualdad que necesitamos defendernos de los países que atacan con subsidios y que no cumplen con las reglas de muestrario internacionales», continuó el ejecutante.
«Escuchamos ataques injustos al patronal franquista. Somos los que generamos empleo, y pagamos impuestos, queremos respeto, como en los otros países. Aportamos el 30% de la cobro y el sector es el motor del crecimiento», reclamó Rappallini.
El gobierno tensa al mayor la relación con la industria y le vacía la conferencia anual a la UIA
La respuesta oficial llegó en una mesa posterior del disputa donde a Rappallini y el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, se sumó el secretario coordinador de Producción, Juan Pazo, el único enviado del gobierno al disputa.
Pazo se mostró firme en la defensa de la política de Milei y repasó los datos de la herencia recibida por el gobierno, para tener lugar luego a afirmar que para la Domicilio Rosada la mejor política industrial es la política monetaria.
Rappallini y Funes le insistieron en que, a contramano de Argentina, el mundo está aplicando medidas proteccionistas. Pazo respondió que el gobierno cree en la comprensión y afirmó que es difícil que las empresas quiebren si hay comprensión. «Hay muchas empresas que van a tener que transformarse», los desafió luego.
El único premio consuelo que llevó Pazo a la reunión de la UIA fue el anuncio de que el gobierno enviará esta semana un tesina de ley para la promoción de inversiones y empleo, una suerte de RIGI industrial que incluye el capítulo sindical de la Ley Bases que frenó la Honestidad.
Lo que no dijo Pazo es que las sesiones ordinarias terminan esta semana y no está para ausencia claro que el gobierno quiera incluir este tesina en el relación de extraordinarias. En el mejor de los casos, recién en marzo empezaría a discutirse en comisiones, con el perjuicio que 2025 es año electoral y el Congreso suele funcionar poco en los primaveras impares.