La violencia lleva ya 12 días continuos en Colombia. En las principales capitales, las protestas y los choques con las fuerzas de seguridad se repiten a diario. Y todo pese al llamamiento al diálogo del presidente Iván Duque.
En ese contexto, al menos 9 indígenas del suroeste de Colombia resultaron heridos este domingo tras ser atacados con armas de fuego mientras se dirigían a una protesta en la ciudad de Cali, la ciudad más importante del Cauca y epicentro de las manifestaciones que sacuden el país ininterrumpidamente.
Las versiones son encontradas. El Consejo Indígena Regional del Cauca (CRIC) denunció que, sin mediar explicación, la policía los atacó cuando se dirigían al centro de la ciudad, la tercera en importancia en Colombia.
La policía dio otra versión. Dijo que debió acudir ante el llamado de vecinos que denunciaron ser el blanco de los ataques de los grupos indigenistas.
Colombia entera y particularmente la ciudadanía de Cali, rechaza los bloqueos que afectan el abastecimiento y la distribución de medicamentos. A los integrantes del @CRIC_Cauca les hago un llamado: retornen a sus resguardos y eviten confrontaciones violentas con la ciudadanía. pic.twitter.com/oFv3I7RmIl
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) May 9, 2021
Ambos sectores dicen que los contactos extraoficiales de la semana anterior permitieron avanzar en algunos puntos.
- Reactivación segura ante la pandemia.
- Vacunación masiva.
- Apoyo al desarrollo social (empleo, emprendimiento, pymes, comunidades étnicas y campesinas),
- Protección a los más vulnerables.
- Cese de la violencia en las calles.
La hora de la juventud.
El presidente colombiano también señaló que prepara una reunión con diferentes sectores de la juventud del país. Desde universitarios a trabajadores. Son de los grupos más golpeados por la pérdida de puestos de trabajo por la pandemia y también quienes salieron a protestar como un colectivo con una temática propia en la crisis del país.
Como garantía de transparencia, para las diferentes reuniones, Duque propuso la supervisión de enviados de la ONU y la propia Conferencia Episcopal colombiana. Duque, por sí solo, ya no tiene el margen de maniobra para restablecer la paz.