Tras el acuerdo entre Rodríguez Larreta y Alberto Fernández, la Plaza de Mayo amaneció sin rejas este lunes
Los empleados de la Ciudad de Buenos Aires comenzaron este domingo por la noche a sacar las rejas que dividen Plaza de Mayo y la separan de la Casa Rosada, por lo que el lugar quedará totalmente liberado para el tránsito peatonal, tal como lo había pedido el presidente electo, Alberto Fernández. El lunes ya amaneció con la plaza prácticamente despejada y se espera que los trabajos continúen al menos hasta media mañana.
Esta fue uno de los principales temas de los que hablaron el futuro mandatario nacional y el actual jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, durante la última reunión que ambos mantuvieron en las oficinas que el líder del Frente de Todos tiene en Puerto Madero.
El próximo Presidente quiere que la zona vuelva a estar sin el enrejado para el día de su asunción, y Rodríguez Larreta se comprometió a cumplir con ese pedido antes del 9 de diciembre. Por esta razón, ya comenzaron los trabajos en el lugar.
Además de haber sido una de sus promesas en el último debate electoral, Alberto Fernández quiere que la Plaza de Mayo quede liberada al público porque ya programó un masivo acto tras el traspaso de mando y la jura en el Congreso. El dirigente espera una movilización de todo el aparato peronista, el sindicalismo y los movimientos sociales para festejar el cambio de Gobierno.
De tal manera, se espera que en el transcurso del lunes se levante un escenario en el corazón de la plaza, con motivos de las celebraciones por la asunción del nuevo presidente que se llevarán a cabo durante el martes.
Según pudo reconstruir Infobae de los diferentes actores que están preparando el despliegue en las calles para el 10 de diciembre, la idea de Alberto Fernández es asumir en el Congreso, trasladarse luego a la Casa Rosada en su auto privado junto con Cristina Kirchner en el mismo vehículo para la jura de ministros y el saludo a las delegaciones extranjeras. Por la tarde, el flamante presidente tiene previsto encabezar un acto masivo en la Plaza de Mayo en el que él será el orador central.
“Alberto quiere mostrarse cerca de la gente, saludar, hablar al pueblo y entablar una cercanía al ciudadano común”, explicó a Infobae uno de los armadores de este operativo para la asunción del sucesor de Mauricio Macri. Para esta jornada se espera también la presencia de mandatarios de otros países, o de sus enviados para la ocasión.
En el armado de toda la logística que desplegaron los referentes del Frente de Todos figuró una directiva concreta de la fórmula presidencial, la de mostrar a un nuevo Gobierno desde su inicio en contacto pleno con la ciudadanía.
Por la noche del domingo ya comenzaron a sacar las rejas de Plaza de Mayo varios operarios de la Ciudad, por lo que se espera que la zona amanezca ya liberada este lunes, la fecha prometida por Rodríguez Larreta y un día antes de la asunción. En el lugar solo había empleados públicos y no se vio a ningún representante del Frente de Todos.
El Gobierno de la Ciudad dispuso la instalación de las rejas en la plaza en mayo de 2018, en el marco de la renovación y puesta en valor del histórico sitio. Desde el Observatorio del Derecho a la Ciudad y el Observatorio de Patrimonio y Políticas Públicas impulsaron la causa judicial argumentando que el lugar en cuestión se encontraba protegido por normativas específicas del Código de Planeamiento Urbano que establecen que en el espacio propio de la Plaza de Mayo sólo se permitirán trabajos de conservación y mantenimiento de los elementos preexistentes.
En enero de este año, la Justicia porteña avaló la presentación del Observatorio y declaró ilegal la instalación de las rejas. En ese entonces, el magistrado Osvaldo Otheguy dispuso un plazo de 90 días para la sanción de una ley que apruebe la instalación de las rejas en Plaza de Mayo, a modo tal de cumplir con el Código Urbanístico.
De inmediato el oficialismo porteño presentó el proyecto correspondiente e hizo un certero uso de su mayoría automática. En su primera lectura fue aprobado con los votos de Vamos Juntos, y la alianza entre el PRO y la Coalición Cívica. La oposición, en su totalidad, votó en contra.
Finalmente la Legislatura porteña puso fin a la polémica y aprobó la modificación del Código de Planeamiento Urbano por lo que se autorizó la instalación de las rejas en cuestión. Con 33 votos a favor y 22 en contra se aprobó la ley utilizando como justificación que tenía como objetivo proteger el patrimonio urbano como la seguridad de la Casa Rosada. Los legisladores oficialistas hicieron referencia a la existencia de un vallado antidisturbios, que cumplía la misma función, instalado desde la crisis del 2001.