El fiscal federal de Nueva York, Preet Bharara, anunció el sábado que fue despedido por el nuevo gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, después de haberse negado a renunciar la víspera.
«No dimití. Fui despedido hace unos instantes», dijo en Twitter Bharara.
«Haber sido fiscal del distrito sur del estado de Nueva York será por siempre el mayor honor de mi carrera profesional», añadió.
Este fiscal de 48 años nacido en India, que aparentemente no se dejaba intimidar por las élites de Wall Street, se forjó una reputación de inflexible enemigo de los delitos financieros y de la corrupción.
Desde que fue nombrado por el expresidente Barack Obama en 2009, proyectó una imagen de independencia que hizo palidecer a algunos de sus pares, al encabezar investigaciones que involucraron por igual a republicanos y a demócratas, incluso en las más altas esferas.
Algunas de sus pesquisas apuntaban directamente al entorno del gobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cuomo.
El distrito sur de Nueva York abarca, entre otras, las zonas de Manhattan y el Bronx.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos solicitó el viernes a 46 fiscales federales, que habían sido nombrados por Obama y aún estaban funciones, presentar su renuncia.
Esta tipo de pedidos no es excepcional ya que sigue el procedimiento habitual de otros presidentes en el marco de la transición del poder.
Pero los fiscales lamentaron la manera abrupta con la cual se vieron intimidados para dejar sus funciones en un tiempo muy corto.