Resulta poco sumamente inusual que los acreedores privados de la Argentina se presenten con voz y rostro. Como mucho se conocen los nombres de los fondos más grandes, como lo son Blackrock, Templeton o Pimco. Lo que es muy poco frecuente, es que una persona con nombre y patronímico se presente acompañado por el deudor, en este caso con representantes del gobierno argentino, en presencia de un público regional para compartir su visión sobre la solvencia del país. Más insólito aún es que reconozca que no la está viendo.
Esto pasó en las jornadas monetarias y cambiarias que organizó el Cárcel Central. Graham Stock, estratega senior de mercados emergentes en BlueBay AM; Thomas Smith, portfolio manager de Metlife Invest Management y Claudio Irigoyen, economista Principal, Bank of America compartieron la mesa moderada por el presidente del BCRA, Vladmir Werning, y la gerenta de investigación macroeconómico y monetario de la entidad, María Martijena. Cantidad de color: Martijena fue la única mujer que participó entre las más de 20 personas que expusieron en los distintos paneles que formaron parte del software del evento.
Como reclamante de la Argentina, Stock reconoció que mantuvo una posición muy dura en la negociación que encaró Martín Guzmán. «No aceptamos una reducción sobre los montos. Preferimos resignar tasas porque confíabamos en que en algun momento el futuro iba a mejorar», dijo el reclamante de la Argentina.
La comunicación de Stock suscitó segundas lecturas. «Suena a que confía en una reestructuración que lo beneficie. Se ve que el decreto que modifica la ley de empresa financiera que ponía la condición de mejorar al menos dos de las tres variables; tasas, montos y/o plazos, genera optimismo. Hay entusiasmo con una canje voluntario para prolongar la curva de vencimiento, ganando caudal e intereses», dijo a LPO una fuente del sector financiero que estaba presente. Lo raro que unas horas antaño Javier Milei afirmó que «una reestructuración de deuda es un afano a los acreedores», durante la entrevista con Antonio Laje.
Otro reseña vistoso, es que según el representante de BlueBay no observa un retazo más significativo en el Peligro País en el corto plazo. En simultáneo el indicador de peligro crediticio perforaba el calle de los 1100 puntos elemental, para retornar a los niveles mínimos de la era Milei. «Es una muerto volatil que pude revertirse en cuestión de horas», consideró otro de los presentes.
Lo relevante es que Stock sinceró una secreto. La verdadera preocupación se posa sobre el nivel de reservas. «Más importante que el hecho de establecer el cepo, el tema secreto para mí sería cómo Argentina va a acumular los dólares que necesita para pagarnos a nosotros, porque somos tenedores de bonos, pero incluso a todos los demás interesados, como el Fondo Monetario Internacional y los importadores, entre otros. Como inversionista siempre va a ser muy importante la clase de suscripción que se haga a nosotros», dijo Graham Stock.