Desde hace años, Martín Ciccioli no le teme a los terrenos peligrosos a la hora de encarar su trabajo. Hace poco, en uno de los informes que el periodista prepara para Telenoche, mostró las zonas liberadas del barrio de Constitución y terminó siendo amenazado con un arma cortante. Ahora, en el Delta del Tigre, directamente fue agredido físicamente.
La idea del periodista era mostrar las fiestas en lanchas, yates y grandes embarcaciones, un fenómeno creciente en la zona que muchas veces incluye excesos.
Su travesía comenzó por los carriles normales: consiguió testimonios y pudo tomar imágenes hasta que, desde arriba de uno de los barcos, comenzaron a exigirle que apagara la cámara. Después, todo se volvió una pesadilla para el periodista.
La tripulación de otros dos yates se sumó a la negativa de ser retratada, pero violentamente. Comenzaron a arrojar botellas y hielos.
El peor momento, de todos modos, vino luego, cuando a bordo de una lujosa lancha, Ciccioli fue arrojado literalmente al río por el supuesto capitán de la embarcación.
Ayer, su participación en El Diario de Mariana fue muy distinta. Desde su cuarto, recostado en su cama, el periodista dio testimonio de lo sucedido y contó que debido al golpe, sufrió una lesión en su pierna.
«Yo ya venía con problemas de ciático. Ahora no puedo caminar como caminaba. Duermo sentado porque estar acostado me hace sufrir del dolor», contó.
«Desde que trabajo en la calle, de lo más orgulloso que estoy es que la gente me cuenta todo con naturalidad. Son pocas las situaciones agresivas que viví: la idea era mostrar la previa del verano, las chicas en malla… Estábamos yendo para ese lado con la nota. Nos sorprendió al llegar que hacen una movida que parece un after hour», comenzó su relato.
Luego, continuó: «Cuando nos empezamos a acercar a los yates, desde algunos nos empezaron a tirar botellazos. Es más, donde transcurre el incidente, nos invitan a que subamos… La persona que me empuja no era ni siquiera el dueño. El me agarra fuerte como un patovica y yo le digo ‘con violencia no, si me estoy yendo’. Y me tiró al agua con una gran violencia».
Después de haber vivido ese mal momento, intentó increpar a su agresor, quien terminó brindándole unas discretas disculpas. «No estuve civilizado, fue un pequeño error. La verdad es que te vi al lado del agua y fue como mucha tentación. ¿Sabés lo que pasó? Es un poco duro cuando la gente sube sin permiso«, le dijo.