Feriantes y vecinos de Villa Podestá se unieron para repudiar la construcción de un destacamento de la Policía Federal que contará con una brigada antisecuestro, oficinas administrativas y en donde funcionará una dependencia de RENAR; debido a que por esta obra el Municipio decidió mover por la fuerza la feria que hace 25 años funciona bajo el Puente Arenas además de que el barrio quedará dividido en dos y que no es una zona segura para que se construya una obra porque debajo del puente se encuentra un oleoducto de YPF.
Hace poco más de un mes, 60 feriantes se anoticiaron que ya no podrían trabajar más en el lugar que lo venían haciendo hace 25 años. Desde el Ejecutivo le dieron una alternativa, una calle a 10 cuadras; pero el lugar era inundable y poco higiénico. A partir de ese momento, comenzaron a reunirse con vecinos en asambleas y exigirle al Municipio que “no construya semejante obra gigantesca con muros que cierren el bajo puente y provoque la división del barrio sino que construya una obra funcional al barrio”.
La construcción no sólo provocará la pérdida de la fuente de trabajo de 60 familias, sino que también, “las casas de los vecinos perderán valor inmobiliario”.
Queremos que la feria siga estando, queremos que siga habiendo comunicación debajo del puente, queremos seguridad en el barrio pero no que coloquen debajo del puente a 300 efectivos con sus móviles y una oficina del RENAR”, apuntó Guillermo Vasconcelos, uno de los vecinos que está al frente del reclamo, en diálogo con Timing Político.
Debido a la falta de respuesta del Ejecutivo y la confirmación de que la obra sigue en marcha, los feriantes y vecinos adelantaron que se reunirán en una nueva asamblea el jueves y la próxima medida será el corte de Hipólito Yrigoyen. También adelantaron que presentarán una cautelar de no innovar para que se detenga la construcción “hasta que se demuestre el impacto ambiental y las consecuencias que contrae para el barrio”.
Entre los puntos del reclamo, tanto los vecinos como los feriantes advirtieron sobre el peligro que significa que se construya una obra en ese lugar debido a que “debajo del Puente Alfonsín pasa un oleoducto/gasoducto que limita y condiciona la construcción de obras que requieran excavaciones como las que pretende realizar el Municipio” y señalaron que “inspectores de YPF se acercaron y dijeron que no fueron avisados sobre la obra”.
En este contexto, los 60 feriantes ven que corre peligro su única fuente de trabajo y en el último mes “las ventas cayeron un 80 por ciento” debido a que no pudieron trabajar con estabilidad y el lugar que le dio como alternativa el Municipio “no es propicio para armar los puestos ni para trabajar”.
“Hace 25 años que estamos trabajando bajo el Puente, somos un patrimonio cultural del barrio, los vecinos quieren la feria ahí abajoy por eso sigue la lucha. La última conversación que tuvieron desde el Municipio fueron claros, la obra se iba a continuar y nosotros estamos buscando la forma de seguir la pelea”, aseveró el presidente de la Asociación de Feriantes, Adrián Argul. Además señaló: “Existe una ordenanza que dice que una vez por año las ferias se tienen que mover pero a 200 metros a la redonda, no a mil metros como quisieron movernos, además debajo del puente nosotros no molestábamos a nadie ni a los vecinos”.
En el marco de este conflicto, el Municipio le ofreció a los feriantes “75 metros bajo el puente”, un espacio reducido para 60 puestos, por lo cual, los feriantes pidieron “200 metros bajo el puente”.
“No queremos que se ponga en peligro la integridad de los vecinos a través de la construcción de una obra tan grande que tranquilamente se puede hacer en otro lugar que no afecte la vida normal y tranquila de un barrio. Queremos obras que sumen al barrio”, enfatizó Guillermo, vecino del barrio Villa Podestá.
