La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, afirmó que ya son 2.300 los efectivos de la Policia Bonaerense separados por estar implicados en delitos.
"Hasta el último día (de gobierno) no vamos a convivir con el delito dentro de ninguna fuerza", remarcó Vidal en conferencia de prensa en la Gobernación bonaerense, en La Plata, al anunciar la puesta en marcha de una reforma integral del Servicio Penitenciario provincial, que por 90 días estará a cargo de un civil que evaluará el desempeño de todos los jefes carcelarios y auditará las compras de alimentos y combustible.
Vidal negó que la intervención del Servicio Penitenciario provincial, que incluyó el retiro y la disponibilidad de 132 jefes penitenciarios, sea una purga ya que "no es algo que se dé por única vez" sino que el monitoreo del desempeño de cada efectivo es y será permanente y, comparando lo hecho en la fuerza policial provincial, precisó que desde el inicio de su gobierno "han sido apartados 2.300 policías", quienes no sólo perdieron el trabajo sino que deberán someterse a la acción de la justicia.
La gobernador reconoció los riesgos que implica luchar contra la corrupción en la fuerza policial y en el Servicio Penitenciario provincial pero recordó una frase que expresa "ser valiente no es no tener miedo, sino sobreponerse".
"Lo hacemos convencidos que es el momento del cambio y que estamos haciendo lo correcto", destacó y felicitó a su equipo por el "coraje, valentía y trabajo en profundidad que hacen".
