Unos 30 trabajadores recibieron malos tratos, cambios de destino arbitrarios y persecución sistematizada. Los empleados son de diferentes reparticiones que acusan a la directora Provincial Romina Rodríguez por supuesta violencia laboral. Tras la asunción de los nuevos funcionarios, enrolados en Cambiemos, hubo denuncias y pocas respuestas tras meses de falta de respeto.
Cuerpo de la nota. El cambio de gestión produjo modificaciones en todas las carteras provinciales y el Registro Provincial de las Personas no fue la excepción. La nueva dirección prometía “nuevos aires” basados en “transparencia, honestidad, trabajo en equipo y modernidad”, entre otros puntos. Sin embargo, en menos de seis meses estas premisas se convirtieron en simple cartón pintado, ya que la directora Provincial, la Dra. Romina Rodríguez, habría comenzado un derrotero de malos tratos, cambios de destino arbitrarios y persecución sistematizada de varios empleados de carrera que albergaba el organismo. Hoy, serían unos 30 los trabajadores de diferentes reparticiones que la acusan por supuesta violencia laboral.
“Todas las denuncias son de personas estables del registro. También hubo idas y vueltas de funcionarios de su propia gestión que solo duraron días o semanas antes de renunciar”, cuenta el Dr. José María Barcia Amuchastegui, principal denunciante. En cada una de las presentaciones judiciales los afectados explican que “numerosos agentes lloran, sufren y padecen la incertidumbre de ver derrumbar su carrera de años”, incluso, “muchos vieron afectados tanto su salario como su salud, ya que terminaron con tratamiento psicológico”, afirma Barcia Amuchastegui, quien tenía más de 30 años de antigüedad y era el apoderado del Registro.
Otra de las señaladas en las denuncias por violencia laboral es la Coordinadora de la Dirección Técnica, la Dra. María Carmona. “Un cargo por cierto inexistente; incluso en el Decreto Nº 50/2015 suscripto por la Sra. Gobernadora (María Eugenia Vidal)”, explica el denunciante y asegura que las irregularidades también alcanzarían a la “Dra. Florencia Quiroga, una abogada de 24 años, que oficiaba como Jefe de Gabinete con un contrato de la Ciudad de Buenos Aires”.
Los denunciantes se suman y las acusaciones parecen una lista de las acciones penadas por la Ley de Violencia Laboral (N° 13.168), ambas habrían hecho, desde enero hasta la fecha, un “manejo de las horas extras de manera discrecional y arbitrario, traslado de agentes no por razones de mejor servicio debidamente justificadas como requiere la Ley, sino a modo de sanciones encubiertas infringiendo temor en los restantes agentes, situaciones de destrato, pedidos de informes absurdos que se reiteraban hasta el hartazgo y mudanzas sin razón, y siempre bajo el mandato de la Sra. Directora Provincial”, dice Barcia.
Más denuncias
Como damnificado, también presentó su renuncia el Dr. Claudio Raúl Cantarelli, quien asumió el cargo de Director Técnico luego de que Amuchastegui renunciara a esa posición en el 25 de julio de 2016. Según consta en su denuncia, cuando Rodríguez le ofreció el cargo dudó, “inmediatamente, concluyó en voz alta que: si no aceptaba su propuesta quedaría automáticamente fuera del Organismo y que si la aceptaba, tomaría el gran desafío de dirigir el área más importante del Registro”. Tras aceptar, los malos tratos, el ninguneo y las limitaciones en sus funciones comenzaron casi al mismo tiempo que la toma de sus funciones, un ejemplo fue la tarea de “recorrer los diferentes Departamentos buscando excrementos de gatos y advirtiendo a los agentes la prohibición de alimentar a dichos animales”.
A principios de octubre, luego de padecer “una total sensación de incertidumbre y pánico laboral (…) y habiendo perdido 10 kilogramos en el breve lapso de dos meses” se esparció el rumor de que “le habían pedido su renuncia”. En ese momento, la Directora Provincial se reunió con Cantarelli y “a los gritos” le dice “qué renuncia te voy a pedir si ni siquiera fuiste nombrado”, hecho que verificó mediante “el sistema de Consulta de expedientes de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires”. Luego de un breve pedido por parte del funcionario registral, la acusada se levanta “violentamente de la silla, chasqueó sus dedos” y le dijo “severamente: ´te vas inmediatamente de acá, andáte a la Subsecretaría, al Ministerio, hacé lo que quieras, pero tomátelas inmediatamente de acá (sic)´. Dicho lo expuesto se retiró sin saludar”, asevera en su denuncia.
Las presentaciones judiciales se suman y los puntos en común son alarmantes. “En el interior de la provincia limitaron a unas 40 personas y de los agentes de acá nos enteramos todos los días de estas cosas”, explica Barcia Amuchastegui y agrega “acá nos estamos yendo todos. Ahora, por lo menos, nos están habilitando los pases. Todas estas causas ya las tiene el ministro y nos dijeron que iban a tratar de ayudarnos. Pero quiero que esto no quede impune. Que se ponga el foco en estas cosas que no se atienden, este atropello no lo vi nunca en mis 30 años”, finaliza.
